La guerra de Ucrania contra Rusia parece una guerra inducida, por los que arman y manipulan el orden mundial, para derivar la crisis sanitaria en un conflicto armado y luego en una guerra comercial y financiera, donde la productividad se impone y esto parece una solución política que ha venido aplicando Estados Unidos a las crisis económicas y después del conflicto rescatar las economías. Claro, todo eso tiene un costo.
Decían Jaques Bergier y Bernard Thomas en su libro La Guerra Secreta del Petróleo, publicado en 1970, que toda guerra en el fondo es una guerra del petróleo. A lo mejor es una hipersimplificación, pero ahora es muy claro que la parte más visible en esta ocasión, nos muestra que en el fondo es una guerra petrolera.
Estados Unidos ve de lejos la posibilidad real de una crisis energética europea, pues ellos tienen suficiente petróleo para su uso doméstico y bélico, es más, exporta petrolíferos y gas; pero Europa, específicamente Francia a través de su presidente Macron, se queja de que Arabia Saudita -que ha venido siendo la fuente de petróleo que Estados Unidos utiliza para equilibrar la demanda petrolera-, le ha informado a él que ya no tienen capacidad para incrementar la producción a fin de cubrir el déficit provocado por la falta del petróleo y gas rusos. Además, acerca del precio no se ha hablado.
La preocupación es que la OTAN está desplazándose hacia las fronteras Rusas, lo que fue precisamente el motivo de la guerra con Ucrania, y al quitar el veto Turquía, se abre el camino para la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN. Esperemos que no suceda nada, pues Rusia ya había amenazado a estos países e incluso ha señalado que su primer objetivo en caso de una guerra nuclear en Europa es Inglaterra, la cual según Putin quedaría reducida a cenizas.
Así, si la OTAN envía tropas a Suecia y a Finlandia, sería una franca provocación hacia Rusia; y arrinconar a un país tan poderoso bélicamente no es buen presagio. A ver qué dice China.
A Estados Unidos, por su parte, no le preocupa una guerra en Europa, solo le interesa focalizar ahí el posible conflicto. Recordemos lo que dijo John Kenneth Galbrait, refiriéndose a la participación de Estados Unidos en la segunda guerra mundial: “Ningún país en los tiempos modernos ha salido de una guerra en las felices circunstancias económicas como lo han hecho los Estados Unidos”.
Julio C. Vega Olivares