Entré a Notivox hace más de 19 años: el lunes 3 de julio del 2000 publiqué mi primera columna en este diario. La nota principal ese día fue que Vicente Fox había echado al PRI de Los Pinos. Era un momento de alegría para la mayoría de los mexicanos, hartos de un régimen corrupto, intolerante y represor. Luego Fox defraudó, pero esa es otra historia.
Periodísticamente había sido un proceso electoral riquísimo. La excitación reporteril, en mi caso, se mezcló con una gran tristeza: mi padre, Manuel, columnista cofundador de este periódico, huésped original de este espacio, falleció unos días antes, el 23 de junio. Carlos Marín, en aquel entonces subdirector de MILENIO, me llamó ese mismo día para ofrecerme que ocupara el sitio de mi padre. En ese tiempo yo tenía una columna diaria en el El Sol de México, donde también publiqué reportajes.
Le dije que sí a Marín: lo tomé como una herencia de Manuel, periodista de excepción que con su diario unomásuno creó un parteaguas en el periodismo mexicano a finales de los 70 y hasta finales de los 80. No tardé mucho en comenzar a publicar crónicas y reportajes en Notivox Semanal, dirigida por Carlos Ferreyra. Enseguida empecé a trabajar asuntos para el diario, directamente con Marín.
Formé parte del grupo de reporteros de Asuntos Especiales y en 2008 Ciro Gómez Leyva me invitó a ser conductor de noticieros cuando surgió Notivox Televisión. Así lo hice durante un año, pero volví a la calle porque era más feliz ahí que leyendo noticias. Eso sí, Ciro y yo hicimos travesuras en la pantalla con algunas historias.
Marín me pidió a finales de 2015 que comandara un nuevo equipo de Especiales para reforzar la tele. Unos meses después me nombró subdirector (gracias por todo, Carlos) para que me hiciera cargo de la información de Grupo MILENIO, siempre bajo su batuta.
Hace un año Francisco González decidió hacer cambios en MILENIO. Él es un notable empresario que sabe bastante de periodismo, mucho más que algunos que dicen ser periodistas. De tiempo atrás coincidíamos en el diagnóstico: el Grupo requería transformaciones. Diferimos en la vía, en cómo impulsar esa transición, pero quise sumar: me consagré a un compacto equipo de Especiales (Vanessa Job, Melissa Del Pozo, Rafael López y Rafael Montes) para generar contenidos que robustecieran la renovación.
Hace una semana Francisco y yo tuvimos una larga charla. Como siempre hemos hecho, nos hablamos directo, duro, sin ambigüedades, y sin escatimar críticas, pero con respeto, generosidad, cariño y humor. Acordamos en paz que yo dejara definitivamente mis labores directivas y editoriales en Grupo MILENIO. Establecimos una dinámica de colaboración externa: seguiré publicando esta columna y otros textos reporteriles. También continuaré los miércoles en el programa de debate Con los de enfrente.
Cierro un gozoso periodo de vida periodística de dos décadas en las entrañas de MILENIO. Gracias, Pancho, fue una gran época para mí: 19 de mis 36 años de periodista transcurrieron aquí, una temporada de extraordinarios privilegios y recompensas, cuya mayor satisfacción fue ver cómo brillaban muchos de nuestros reporteros.
Me voy de la operación cotidiana feliz y satisfecho de haber hecho… casi todo lo que pude haber hecho.
[email protected]
@jpbecerraacosta