Alertas en rojo, luego del 6 de junio. El gobierno de EU actualizó el jueves 17 su mapa de riesgos a sus ciudadanos para que reconsideren viajar a México, por altos niveles de violencia. En nivel 4(“por secuestros, robos y crimen”) estados del norte, más Colima, Jal, Mich, Edomex, CdMx, Mor y Pue. La masacre de Reynosa este fin de semana, luego de retirase la Guardia Nacional, lo confirma. Del nivel 2 a 3,GTO. En nivel 1 de riesgo, Campeche y Yucatán, únicos transitables. Son señales del duopolio del poder que gobierna la mayor parte del territorio nacional (dice también EU): el poder legal, por un lado, y el poder del crimen organizado −lo único que crece con AMLO−. Asesinar (91 políticos dice Bachelet, de ONU), amenazar o imponer candidatos, pagar campañas y votos, secuestrar operadores de oposición (brutal en Sinaloa). El crimen sabe puede doblar aún más a alcaldes, gobernadores, policías y militares, ante cobardía de AMLO, quien ahora dice va Guardia Nacional a Sedena. De hipócrita antimilitarista a cínico militarizante. Estamos más indefensos que nunca. Construyamos espacios que reduzcan violencias desde lo local. Van 3 estrategias de seguridad ciudadana −es también construcción ciudadana−: 1ª El binomio vecino-policía para, con inteligencia social, prevenir, investigar, perseguir y contener violencias. Siempre hay un vecino que sabe dónde venden droga, guardan armas, golpean mujeres o niños, o esconden a un secuestrado, partes robadas o huachicol (eso es inteligencia social). Cuando se da ese binomio, que supone un policía confiable y un vecino cuidador, se da el ciclo de inteligencia: quien obtiene datos, los comparte con vecinos (el chat de taxis es formidable), y con quien debe procesarlos para prevenir, investigar o perseguir violencias y delincuencias. Diagnósticos participativos frecuentes −formales e informales, abiertos y discretos− con los vecinos sobre su inseguridad: el baldío, parada de autobús, área sin luz, crucero o sucursal bancaria más peligrosos; días y horarios de más riesgo; o vecindario conflictivo. Hay que formar y fortalecer ambos roles: policías aprobados en evaluaciones de control y confianza y con un proyecto de vida digno que cuidar; y ciudadanos con valor que reconocen a su policía próximo, se organizan, comunican y se cuidan. Ello exige actitudes, políticas públicas y tecnologías. Mérida y Campeche hace tiempo son las ciudades más seguras −que el gobierno de EU hoy reconoce− por “chisme social” y con policías transparentes que rinden cuentas.
2ª Prevención y tratamiento de adicciones. México ya no es solo ruta de paso de drogas a EU. El crimen nos convirtió en lugar de creciente consumo local de sustancias ilícitas, incentivando adictos en todos los niveles y zonas. Y como Bimbo o Coca cola, pelean por la mayor cadena de distribuidores, y disputan con balas el predominio en cada barrio o zona, y el control de pillos locales. Otro énfasis debe ser la prevención de adicciones, con eficaz sensibilización de riesgos y amenazas a la salud. Padres, profesores o guías espirituales deben hacer mancuerna con la Secretaría de Salud y las autoridades municipales para acciones focalizadas. Los “anexos” son respuestas improvisadas, sin la guía de profesionales ni de protocolos pertinentes; pero hay que apoyar. Y el binomio vecino-policía, para identificar circunstancias de lugar, tiempo y modo de narcotráfico, a fin hacer ciclo de inteligencia y contener las actividades asociadas. Guanajuato es primer lugar en abrir carpetas de investigación por narcomenudeo. Sus resultados en judicializarlas y obtener condenas son lamentables.
3ª El Desarrollo Policial. Los gobiernos son deficitarios en la implementación del proyecto de vida policial digno exigido en Ley General. Donde lo han logrado, el binomio gana a las violencias y las delincuencias. Por instinto de conservación exijamos a nuestros alcaldes y alcaldesas y gobernador construir binomio vecino cuidador-policía confiable. Y al presidente López y fuerzas políticas un Acuerdo Nacional por la Paz verificable, como el de agosto del 2008. ¡Ya!
Juan Miguel Alcántara