En la pasada entrega les platiqué del tuit que publicó el manager de los Rockets de Houston, Daryl Morey, apoyando las manifestaciones en Hong Kong que causó una crisis internacional y ha puesto en peligro la relación comercial de la liga profesional de Basquetbol de Estados Unidos, NBA, con China, su segundo mercado más importante. El conflicto parecía estar apagándose con un par de partidos de exhibición de los Lakers de Los Ángeles contra los Nets de Brooklyn que se jugaron en China sin imprevistos. Naturalmente, se complicó en cuanto alguien abrió la boca.
En lo personal, no creo que importa lo que se dijo y era inevitable que la herida siguiera sangrando. El tuit abrió una caja de Pandora. En Estados Unidos (y gran parte del Occidente) la libertad de expresión no conoce límites realmente e incluso se juzga a agentes como la NBA y sus célebres jugadores, al igual que otras entidades deportivas y de entretenimiento, como embajadores de dicha libertad y otros valores sociales. El gobierno chino no tolera nada que pueda ser considerado una afrenta a su esquema político y no le preocupa la imagen que provoque su intransigencia.
Ahora la discusión circula alrededor de los comentarios del estelar de los Lakers, Lebron James y cómo ha reaccionado a la controversia el comisionado de la Liga, Adam Silver. James cuestionó la falta de consecuencias para Daryl Morey por haber publicado un tuit que afectó directamente los ingresos de la liga y el peligro, que según él le hizo sentir en China a él y a los demás jugadores. Es posible que no sea una exageración, los jugadores de la NBA no están acostumbrados a ver pintas sobre los espectaculares que anuncian partidos que aún no se han jugado, que raspen los logotipos de todos los patrocinadores en los estadios y, mucho menos, que se cancelen patrocinios individuales sin remuneración.
Por su parte, Silver trató de tomar una postura que no retara al gobierno chino sin dejar de respaldar la libertad de expresión de los integrantes de la NBA. Los medios han criticado duramente al comisionado porque consideran que se ha doblegado ante los intereses económicos de la NBA en China. Al mismo tiempo, en los últimos días reveló que el gobierno chino directamente pidió que se despidiera al autor del tuit y dicho gobierno está molesto y amenazante porque la NBA no obedeció.
No había salida. James no está mal, aunque se ha tenido que disculpar y Silver tampoco, el trabajo del Comisionado es resguardar los intereses de la liga, no comprometerla con una cruzada a favor de la libertad de expresión. Sería poco ético de su parte traicionar a los dueños de los equipos a favor de otra empresa, no importa lo digna que sea.
Me he tratado de informar más sobre la situación entre Hong Kong y China y, a pesar de que han sido criticados por esta misma respuesta todos los que la han dicho, yo tampoco me siento suficientemente informado para emitir un juicio. Es una postura considerada respetable en casi todo el mundo, pero no en Estados Unidos. Es muy interesante ahora ver las reacciones de los estadounidenses que han perdido por completo el concepto de la soberanía de las naciones cuando se enfrentan a un agente tan poderoso como China, pero ese es un tema para otra columna.
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