Las pasadas semanas tuvieron en materia informativa como uno de sus ejes las discusiones sobre las leyes anticorrupción. Ha sido sorprendente el apoyo y el involucramiento de cientos de miles de ciudadanos a favor de tener mejores leyes en la materia. Es la corrupción un tema toral en México. Particularmente en este gobierno se han desatado escándalos que han causado alarma incluso en otros países. Es el tema que irrita: el robo, el saqueo, la manera de hacer negocios desde los puestos públicos, el atropello de las normas, el enriquecimiento con el dinero de todos, la voracidad, el mal gusto, el compadrazgo, las tapaderas, el amiguismo, son factores que saltan a la vista en las noticias. Eso es parte del mal humor al que se refiere el Presidente. La ciudadanía está molesta, irritada por la falta de respeto, por la falta de límites de la clase política.
En esta ocasión, la ciudadanía ha querido actuar como co-legisladora. Ha sido un éxito. Aunque las leyes no se han aprobado todavía, no se puede negar que el diálogo público ha sido provechoso. Quizá se tengan que aceptar cambios a la idea original de las organizaciones. Es parte del proceso legislativo, los senadores, los diputados también tienen puntos atendibles. No por la mala imagen que tienen como puerco se puede pasar encima de ellos, ni significa que todos sean unos inútiles haraganes, hay quienes conocen los temas y saben deliberar. Es probable que pronto veamos un Sistema Nacional Anticorrupción y tengamos un fiscal anticorrupción.
Hay que destacar que entre quienes han impulsado de manera seria y decidida están personajes como Juan Pardinas y Eduardo Bohórquez. Ambos son personajes respetados en el ambiente de las ONG. Bohórquez dirige Transparencia Mexicana y Pardinas el Imco. Se trata de dos personas que mucho aportan a la vida pública del país con sus opiniones y no solo eso, han movilizado a miles de mexicanos, los han sacado de la queja y los han llevado a la acción. En estos días se ha difundido que ni Pardinas ni Bohórquez aceptarían encabezar la fiscalía anticorrupción. Y es ahí donde entramos en problemas. Si los indicados son ellos, porque no sé quien se opondría, y ellos no quieren, entonces la bolita pasa a los partidos y pondrán a un cuate, que quiera proyectarse o retirarse con ese puesto. La participación en la vida pública es responsabilidad de todos. Siempre será más cómodo quedarse del otro lado mentando madres, diciendo que todos son unos corruptos y unos cínicos, pero hasta ahí. Pardinas y Bohórquez tienen el soporte y la capacidad para encabezar un organismo de esa naturaleza. Alguno de ellos lo debe hacer. Porque si no, nos quedaremos con otro Virgilio y ninguno de los dos tendrá derecho a quejarse.
Nota: las agresiones al periódico Vanguardia en Coahuila deben ser condenadas. El ambiente de violencia en ese estado va de la mano de los hermanos Moreira que se han encaramado en el poder. Ahora peleados entre ellos quieren hacerle pagar a la sociedad sus excesos. Los Moreira son una expresión caciquil que no debe tener cabida en este país. Solidaridad con Vanguardia.
Twitter: @juanizavala