El Tricolor fue abucheado en el Azteca la casa del América.
Los asistentes al estadio, comprando boleto o habiéndolo recibido gratis se propusieron cobrarle a la Selección Mexicana la factura del pasado mundial. Deudas son deudas
El breve homenaje a Chabelo no fue suficiente para olvidar los malos ratos que se han tenido.
La cobranza era esperada porque el mal paso en Qatar no se olvida tan fácilmente. Ochoa, Raúl Jiménez y Lainez fueron preferentemente incomodados por el respetable.
¿Por qué ellos tres en especial? ¿Será porque tiene origen americanista? Es una opción ya que los de raíces amarillas, presentes en el estadio, se han sentido traicionados porque ellos nacieron ahí pero se fueron.
Es una opción de pensamiento; sólo eso. Héctor Moreno, Chuky Lozano o el que usted elija, no fueron abucheados.
La gente se entregó con respeto, cariño, agradecimiento y añoranza a Chabelo quien supo, a su peculiar estilo, unir al país.
Lo que la Selección no pudo hacer en su escenario, en su territorio de dominio, el actor y presentador lo consiguió.
Disparates de la vida que son el fiel reflejo de lo que representamos.
Chabelo pudo más que los ídolos de otros tiempos. Es un claro llamado a la diversión hecha futbol que poco a poco ofrece menos atracción en todo el país.
Sirva el momento para que los nuevos responsables de la Selección Mexicana se detengan a valorar su aportación a la industria del entretenimiento.
A través del tiempo, Chabelo con su original ingenio supo trascender.
El ambiente de ellos (selección y actor) es distinto pero se puede palpar lo que uno supo penetrar y lo que el otro está dejando de hacer.
La tarea no es fácil pero debe existir un serio y profundo examen de conciencia para que la gente se vuelva a entusiasmar.