¿Cómo se las arregló un gorila para ser trasladado de la selva húmeda africana al Valle de México? No es necesario ser un genio para saber que detrás de la situación del desventurado homínido está alguna variante de la delincuencia. Imagino que el animal fue sustraído de su nido, cuando era un cachorro imberbe por algún humano, paisano suyo, que obtuvo un exiguo beneficio de algún traficante de especies, articulado con alguna mafia internacional. Es una escena digna de una película y no precisamente de Disney.
El caso es que los habitantes del vecino municipio de Villa de Tezontepec están entre atónitos y asustados porque amanecieron con la novedad de que entre los matorrales, a las afueras de su poblado, ha sido avistado un gorila descomunal. En Hidalgo es común el avistamiento de ovnis, chupacabras y uno que otro licántropo, pero nunca habíamos visto nada parecido a un gorila, por eso ahora estamos realmente sorprendidos.
Generalmente las noticias que nos llevan a las primeras planas y a los horarios estelares de los noticieros tienen que ver con alguna calamidad, como en las pasadas inundaciones en la hermana Tula de Allende, o alguna tragedia, como la explosión de aquel ducto en Tlahuelilpan. Ahora nos voltean a mirar por un evento que parecería cómico si no fuera terrible. Porque la distancia que hay entre el Congo y Villa de Tezontepec es de varios miles de kilómetros. No cualquiera puede darse el lujo de mandarse traer una mascota de aquellos lares. Hay algo turbio en el asunto. No sé si los empleados públicos de la región tienen los conocimientos suficientes para manejar un ejemplar como el que ha sido grabado por estos lares. Espero que sí y espero también que la historia tenga un buen desenlace, es decir, que concluya con el internamiento del animalito en uno de los zoológicos de nuestro país, uno en el que pueda estar seguro y pueda recibir los cuidados que merece un ser vivo que ya ha sufrido suficiente en esta vida. Eso de que somos lo peor que le ha podido pasar a este planeta no es sólo un frase hecha, es una verdad enorme y el gorila extraviado en Villa de Tezontepec podría dar testimonio de ello, si le diéramos la oportunidad al menos.