Por Umberto Eco sabemos que existen dos tipos de libros: los que se leen y los que se consultan. En el caso de la Antología de Escritores Guanajuatenses. Letras Interiores (RETL-Guanajuato, 2019) atañería por un lapso a las dos categorías. Y lo más probable es que para el segundo lustro de la década que vivimos comience a tomar carta de identidad dentro del apartado de consulta.
Lo anterior significa que las bibliotecas en general –públicas y privadas–; los centros de investigación –archivos históricos y literarios–, así como los cronistas municipales y lectores curiosos tendrán en el citado libro una fuente de información precisa como también la verificación de la especialidad, poética y narrativa, de cada uno de los autores a consultar.
Son 162 escritores de 30 municipios del estado los reunidos en el libro coordinado por José Luis Calderón Vela (Tarimoro, Guanajuato) maestro y escritor quien se dio a la tarea de llevar a cabo un proyecto no menor sino elocuente y vinculante, donde apela, primero, al aprecio del otro para dar paso al incentivo de la escritura, así como a la promoción de la obra.
Es decir, anima un diálogo abierto (Benjamín Valdivia dixit) entre los creadores de poesía y narrativa que conlleva al abatimiento de la soledad del escritor puesto que se hace comunidad y con ella se da vida a la especialidad intelectual –siempre viva y vital– a través de un volumen.
Si bien los antologados son distantes en cuanto al estatus intelectual, es digno destacar que dicha variedad literaria nos ayuda a revisar la belleza y la fealdad del mundo.
Bajo el amparo de la Red Estatal de Tertulias Literarias en Guanajuato (RETLG) el libro el garantiza un paseo interesante por literatura nuestra de cada día. Lo describe muy bien Benjamín Valdivia ya que “este volumen toma el pulso de la actualidad y lo presenta con todos sus matices, con sus realizaciones y sus futuros”.
Es allí donde se abre aquella reflexión, y cabe por supuesto –por aquello del ser solitario–, sobre Kafka: “En el combate entre tú y el mundo, secunda al mundo”. O sea, se tiene presencia con los demás solitarios/solidarios para hacer comunidad.
El escritor, en efecto, vuelve, regresa a su trabajo, así mismo, ya no separado del mundo, sino contaminado o salvado por el mundo (Denis de Rougemont dixit).
Así pues, la Antología propuesta estará revisada por los lectores con la fuerza y la luz necesarias para arrojar la suficiencia literaria que lleve a nuestros creadores y, por ende, al Estado, a que nuestro ecosistema literario tenga otra capitalidad más allá de la imprecisa visión institucional que los organismos de cultura, Institutos descentralizados, Casas de Cultura, Bibliotecas Públicas, Universidades, entre otros, nos dan. Visión muy corta, sin carácter para definir y matizar una estrategia que permita crecer a todos.
* Editor fundador de Grupo Ochocientos y actual director del Centro de Investigación y Estudios Literarios de León (CIEL-LEÓN).