¡Trump nos tiene tomados de los meros Trumpiates! Sabe cómo ponernos de rodillas. Nos ha tomado de rehén y ahora también de su patio trasero con los migrantes a quienes debemos alojar, alimentar y hasta educar.
¡Todo es culpa de Layún! Clamaban en su momento ciertos pamboleros. Ahora todo es culpa de López Obrador porque fue él quien abrió el paso libre a las caravanas, les ofreció visas y hasta trabajo que no puede dar ni a los suyos; era claro que no solo los centroamericanos le tomarían la palabra sino también cubanos, indios, angoleños y otros que aprovecharon que estábamos de oferta.
Hoy nadie sabe cuántos miles entraron y menos sabemos quiénes son y dónde están. El control de daños es tardío. Le pusimos en bandeja de plata a Trump ese regalito que ni tardo ni perezoso lo tomó y nos devolvió el boomerang con la amenaza permanente de los aranceles. Así, la espada de Damocles penderá sobre México al antojo de un presidente cuya teoría es de“o coopelas o cuello”.
En riesgo el T-MEC con el país de quien dependemos en todos los sentidos y así será de aquí hasta noviembre de 2020 cuando sean las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Difícil trance de más de año y medio en el que los daños a la economía mexicana ya cobraron sus primeras facturas y a esos factores externos súmele los internos por decisiones erráticas como cancelar inversiones en el NAIM, querer una refinería que los expertos dicen que no va y para la cual no tenemos ni crudo suficiente, y de paso echar a andar proyectos sin pies ni cabeza y todo porque se tiene sordera testicular.
La economía no crece y como dijo Don Teofilito. Panorama difícil y hostil sobre el que ya nos han castigado duramente algunas calificadoras. ¡Dios nos agarre confesados!