El camino del futbol alcanzará durante las próximas semanas una de sus grandes cúspides con la celebración del Mundial Femenil 2023, inaugurado hace unas horas en Australia y Nueva Zelanda. Se trata, sin ninguna duda, de uno de los acontecimientos más importantes en la historia de este deporte al que a partir de ahora, ya podemos darle la denominación de universal. No veremos en el transcurso de estos días mejor futbol, mejores equipos y mejores futbolistas que ellas: es un evento fundamental para los aficionados al juego sin condiciones, sin distinción. Repleto de estrellas, rivalidades y selecciones de enorme prestigio, será el mejor Mundial que hayamos visto en una categoría que ha dejado atrás la etapa de crecimiento y desarrollo, para meterse de lleno en la lucha por las grandes audiencias, marcas y coberturas en los principales medios de comunicación.
Con Inglaterra y Brasil coronadas campeonas de Europa y de América hace un año, la única incógnita es qué etiqueta debemos poner a la defensora del título y mejor selección femenina de todos los tiempos: la estadunidense. Cuatro veces campeonas del mundo y actuales bicampeonas mundiales en Canadá 2015 y Francia 2019, a las jugadoras de los Estados Unidos, sin rivales en su zona, lo único que les queda es derrotar a equipos que en los últimos años han demostrado un nivel difícil de encontrar en ediciones anteriores de este campeonato donde el legendario Women’s National Soccer Team construyó su trayectoria.
Encabezadas por la española Alexia Putellas, doble ganadora del Balón de Oro, junto a la alemana Alexandra Popp, la estadunidense Alex Morgan y una serie de extraordinarias futbolistas como la inglesa Lucy Bronze, la australiana Sam Kerr, la danesa Pernille Harder, la veterana brasileña Marta y la francesa Lieke Martens, disfrutaremos al que probablemente sea el mejor grupo de jugadoras que el futbol haya tenido.