El deporte mundial tiene una enorme deuda con el futbol, el futbol mundial la tiene con el europeo, el europeo con el alemán, y el futbol alemán con el Bayern Múnich: el primer equipo que se puso en movimiento durante la pandemia. En los últimos meses ganó la Bundesliga, acabó con la era del Barça, se convirtió en campeón de Europa, desarrolló los protocolos de seguridad para poner el juego en movimiento, promovió su industria a puertas cerradas, rescató medios, soportó patrocinadores, repartió alegría por la televisión y mandó una señal de tranquilidad y esperanza al mundo: no podemos quedarnos cruzados de brazos.
El Bayern, uno de los grandes héroes de una época donde la incertidumbre y el miedo se apoderaron de todos, fue determinante para devolver la confianza al mercado deportivo que se encontraba en estado de shock: paralizado, sin público ni ingresos, amenazado por sus contratos y mirando las fantasmagóricas gráficas de la bancarrota. Cuando nadie imaginaba una salida a corto plazo, llegó el Bayern encabezando la Bundesliga y sacó a todos adelante.
Detrás suyo vinieron todos. Fue el líder en el que se apoyaron todas las Ligas y organizaciones para plantear un regreso. Cada una de las decisiones que tomaron como equipo, como grupo y como corporación dentro o fuera del campo, son un manual de gestión que deberá leerse con detenimiento más adelante. Las grandes crisis confirman el tamaño de las grandes instituciones, este club es una de ellas. Dentro de algunos años, cuando miremos atrás, recordaremos ese espíritu de reconstrucción y organización alemana que, tomando el Bayern como estandarte, nos enseñó el camino de la recuperación. Campeón de Liga, Copa y Champions, merece cada gramo de los títulos que ganó. Por su forma de jugar, su fortaleza mental y su respeto por el juego, pero, sobre todo, por asumir como pocos equipos en el mundo una responsabilidad histórica con el deporte. En tiempos inciertos, el Bayern fue verdadero y confiable. Un auténtico líder industrial que jugó y ganó por muchos de nosotros. El siguiente paso, será que el público vuelva de forma gradual a los estadios, cuando eso suceda, volveremos a pedirle al Bayern y la Bundesliga su receta.