Cuando un paciente ha tomado la decisión de someterse a un procedimiento quirúrgico ha entendido que no hay tratamiento para su padecimiento. Un médico de confianza, de experiencia y capacidades demostrables, le pedirá que firme su consentimiento para la intervención tras explicarle, entre otras cosas, en qué consiste, cuál será su duración, sus posibles riesgos, si será necesaria una transfusión de sangre, cuántos días estará internado, si serán necesarias intervenciones posteriores.
Cuando todo lo anterior se cumple es la hora de escoger un hospital para el procedimiento.
En México existe la opción de los hospitales públicos que atienden población afiliada a alguno de los sistemas de salud, por ejemplo IMSS, Issste, Pemex, ISEM, Seguro Popular, Ssa, etc. La rapidez de servicio y la calidad de médicos e infraestructura varían no solo entre estos sistemas de salud, sino entre dependencias. Así, por ejemplo, no son iguales las infraestructuras ni los médicos de un centro médico nacional, que los de un hospital general de zona o un centro de atención primaria.
Por otro lado, la oferta de la iniciativa privada es aún más dispar; desde hospitales comparables a los mejores centros hospitalarios del mundo hasta algunos de práctica dudosa. Esto hace que, aun pudiendo tener acceso a la salud privada, la elección del hospital resulte complicada.
En definitiva, pues ¿cómo elegir el mejor hospital público o privado para operarse?
Desde 2015 los hospitales están regulados por el Sistema Nacional de Salud, que maneja el “Sistema Nacional de Certificación de Establecimientos de Atención Médica”. Si un hospital cuenta con esa certificación es confiable, pues se ponen en práctica los principios de seguridad, calidad y eficiencia.
Algunos selectos centros hospitalarios cuentan con el certificado expedido por el órgano estadunidense The Joint Comission, que garantiza al paciente los más altos niveles de atención. Esta certificación exige además la implementación de normas para adaptarse a las siempre cambiantes técnicas y tecnologías en medicina. Algunos hospitales privados mexicanos cuentan con esta certificación, destacándolos como los mejores centros del mundo en infraestructura y personal.
Estas dos lineaciones ayudan al paciente a elegir un centro, pero ¿qué otros datos debe saber el paciente para determinar en qué hospital es más seguro, eficaz y eficiente operarse?
1. Encontrar un profesional que demostrable conocimiento y experiencia, y un centro hospitalario que haga con regularidad el procedimiento a realizar.
2. Conocer los recursos humanos, tecnológicos y de infraestructura con los que cuenta el centro para atender posibles complicaciones. Saber, por ejemplo, si cuenta con banco de sangre en caso de sangrado trasoperatorio, si hay terapia intensiva en caso de complicaciones y si cuenta con especialistas (corazón, hígado, riñón) que puedan servir de apoyo.
3.- Que la capacidad de reacción ante una complicación sea inmediata. Además de infraestructura el hospital tiene que contar con un protocolo de acción estructurado para casos de emergencia.
Como vemos la elección de un centro hospitalario con avances tecnológicos y que amplifique la capacidad práctica de los médicos debería liberar al paciente de una gran parte del estrés preoperatorio.
*Cirujano. Instituto de Cirugía Torácica Mínimamente Invasiva. Hospital Ángeles Lomas.