Es una noticia que llama la atención: los diputados y diputadas de la LIV Legislatura del Congreso del Estado de Oaxaca modificaron la Ley de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, para prohibir, vender, regalar, distribuir o promocionar productos no saludables a menores de edad. En otras palabras será considerado un delito quien se atreva a poner en manos de los antes mencionados refrescos, papas, pastelillos y demás productos que contienen altos contenidos de grasa, sodio, azúcar y sal. Desde luego que las protestas no se han hecho esperar, sobre todo los pequeños comerciantes que consideran una injusticia esta medida, debido a que viven de la venta de estos comestibles. Aunque viéndolo bien, la responsabilidad es de los padres de familia quienes deciden lo que deben o no comer sus hijos. La medida que ha comenzado en Oaxaca es muy probable que se extienda a otros estados. Desde ahora surgen preguntas en torno a cuáles serán esos alimentos prohibidos. Además de las gaseosas, ¿la prohibición se limitará solamente a los productos industriales? ¿O se extenderá a los de manufactura artesanal, y que son famosos tanto a nivel nacional como internacional? Desde siempre en la cultura popular mexicana se ha fomentado la promoción y consumo de las golosinas. En Jalisco como en otras entidades del país existen los tradicionales dulces típicos y regionales, unos más populares que otros, por el sabor y la calidad de sus ingredientes. Asimismo, las fechas para su consumo están inscritas en el calendario; al menos tres de ellas son importantes. Comienza en enero con la rosca de Reyes, luego en cuaresma el postre obligado es la Capirotada, y finalmente en los primeros días de noviembre están las calaveras de azúcar y el Pan de Muerto. Aun quienes están a dieta buscan la manera de participar en esas tradiciones ancestrales que se mantienen vigentes. Si revisamos el cancionero popular mexicano hallaremos que hay una tradición de festejar a los alimentos más dulces: Francisco Gabilondo Soler “Cri-Cri” a través del Rey de Chocolate (Bombón I), realiza una dulce crónica sobre los derivados del cacao y de los azúcares; Chava Flores en La Chilindrina expone un auténtico catálogo de los nombres con que se les conoce a los panes; o incluso Germán Valdés Tin Tan, autor e intérprete de El Panadero con el Pan, que es una rica descripción de lo que se presenta en una canasta proveniente del santo olor de la panadería, según Ramón Velarde. Por mencionar unos ejemplos. La niñez de antes de ahora siempre ha estado relacionada con el pan y los dulces. Dentro y fuera de la escuela se han observado y se siguen observando niños y niñas consumiéndolos. Por otra parte, en muchas fiestas infantiles, prevalecen las pizzas y las hamburguesas con papas fritas. Y por lo regular, como “postre” se sirven pastelitos de marca. La medida tomada por los legisladores de Oaxaca tiene buenas intenciones, pero hace falta que se haga conciencia entre la población y exista una verdadera educación nutricional, algo difícil de poner en práctica, pero no imposible. Ojalá que esto no afecte a los artesanos de la repostería y del pan. Queda una pregunta: ¿Será el canto del cisne de los alimentos chatarra? Con el tiempo lo veremos.
¿Adiós a los alimentos chatarra?
- Paisajes abreviados
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José Luis Vivar
Ciudad de México /