Para Tedi López Mills
El cartujo vuelve a las Memorias de Jaime Torres Bodet (FCE, 2017). Busca los subrayados donde habla de su labor como secretario de Educación Pública, primero de 1943 a 1946, en la presidencia de Manuel Ávila Camacho, y luego de 1958 a 1964, con Adolfo López Mateos. Son las páginas de un funcionario consciente de la importancia de la escuela, de la preparación de los maestros, de la creación de instituciones e infraestructura educativa, de proporcionar a los alumnos materiales de lectura realizados por especialistas. En su primer periodo creó la Cartilla Nacional de Lectura para impulsar la alfabetización y en el segundo los Libros de Texto Gratuitos, para todos los grados de primaria. Fue digno continuador de la obra de Vasconcelos, de quien había sido secretario particular en la rectoría de la Universidad Nacional de México y en la SEP.
En una visita a Oaxaca en los años cuarenta, recorrió varias escuelas. “Reinaba en todas una pobreza desgarradora: puertas desvencijadas, muros en agonía, pizarrones cansados por el trazo insistente de toscos gises, muebles cojos, rotos o paralíticos. Pero las caras risueñas de los alumnos vencían todo el dolor ambiente. Había en aquellas frentes indígenas, bajo el pelo negro y rebelde, una voluntad magnífica de vivir”, recuerda Torres Bodet, quien se esforzó por mejorar las condiciones de alumnos y maestros de las comunidades más pobres. En sus Memorias, escribe: “cuando —al pasar por la calle de alguna ciudad de México— encuentro a un niño, con sus libros bajo el brazo, siento que algo mío va caminando con él”.
Es difícil acercarse a testimonios como éste sin pensar en el presente: ¿cómo serán los recuerdos de la maestra Delfina Gómez como secretaria de Educación? ¿Se sentirá orgullosa de los libros de texto gratuitos “rediseñados” por iniciativa de Marx Arriaga, director general de Materiales Educativos, en los cuales se plantea eliminar términos “neoliberales” como competencia o calidad educativa? ¿Acaso de la cancelación del Programa de Escuelas de Tiempo Completo, cuyos beneficiarios son en su mayoría pobres?
El tiempo lo dirá.
Queridos cinco lectores, El Santo Oficio los colma de bendiciones. El Señor esté con ustedes. Amén.
José Luis Martínez S.