Santos Laguna resolvió de manera efectiva el partido frente a Cruz Azul, tal como lo hizo en las victorias sobre Querétaro y América: tiro dos golpes certeros que dejaron a los Cementeros sentados en la lona.
Fue una ráfaga de dos minutos en la que se resolvió y se condimento con emociones un partido que hasta el minuto 31 había dado poco entrenamiento para el espectador.
Una de las virtudes del actual Santos Laguna es la capacidad de los futbolistas para aprovechar los errores del rival, como en el gol que anota Brian Lozano, el cual es precedido por una falla de Igor Lichnovsky al intentar cortar con la cabeza el balón aéreo que puso Eryc Castillo en el cobro de saque de manos.
Los jugadores albiverdes han hecho pagar a los rivales cuando se equivocan y eso se refleja, en parte, en los 38 goles que han marcado en el actual torneo.
Como consecuencia de esa ráfaga de goles, el rival se desconcierta y desmoralizada. Estos efectos los vimos en el actual torneo en las victorias santistas sobre Chivas, Rayados, Gallos Blancos y América.
Que los oponentes no tengan tiempo para reponerse de recibir un gol cuando ya están sacando la pelota del fondo de las redes por una segunda anotación es parte fundamental en la liguilla, sobre todo como visitante, para tener el control emocional de cada eliminatoria.
El desconcierto que causa entre los rivales de Santos Laguna estar abajo en el marcador por dos goles contribuye al caos mental que termina por desquiciar a los jugadores contrarios y ayuda al trabajo defensivo albiverde.
Las Águilas y la Maquina Celeste terminaron dando patadas y con varios jugadores amonestados cuando la impotencia se apoderó de sus futbolistas ante el desgaste mental de verse abajo en el marcador en un corto lapso.
Santos Laguna está a la espera de rival en liguilla, Rayados tiene la mayor probabilidad de avanzar pero si no le ganan al Atlas entonces podrían ser Xolos, Pumas, Pachuca o Chivas pero eso lo analizamos en la próxima entrega.
