Política

A esconderse, que, ¡ay!, viene la basura

  • Carta de Esmógico City
  •  A esconderse, que, ¡ay!, viene la basura
  • José de la Colina

Como si la bonitamente rebautizada Ciudad de México continuase siendo la monstruosa, la cada vez más intransitable e invivible Esmógico City, con sus innumerables "contingencias" que paradójicamente perduran: la de la inviabilidad, la del esmog, la de la inseguridad, la de la escasez de agua, la del estruendo continuo y de los reiterados plantones clausuradores de calles y avenidas, y, en fin, pero sin fin, las de un vasto etcétera, hace poco el cronista supo (de labios de un alto empleado de la Ciudad de México al cual, a cambio del dato, prometió no dar su nombre), que hay otro monstruoso caso de "contingencia" eterna: la crisis de higiene de la urbe misma... Es decir: la de la creciente basura.

Resulta que los veinte millones de esmogicanos somos incorregibles e impenitentes sobreproductores de porquería, es decir que desechamos excesivamente en relación con lo que producimos y consumimos, por lo cual, en cada uno de los 365 días del año (y uno más si es bisiesto), producimos ¡unas quince mil quinientas toneladas de basura orgánica e inorgánica! Y, puesto que las crisis no suelen presentarse decentemente de una en una, sino que a veces se juntan en abyecta complicidad, tenemos que por un lado los llamados bordos, esos grandes vertederos de desechos, ya no solo colmaron su capacidad, sino que además las fuertes lluvias vendrán y e inundarán todo el espacio urbano, y la basura, subiendo y desbordando con el agua sucia, hará "rebotar" hacia nosotros los desechos, devolviéndonos así los "contingentes" de porquería que, con prisa, pero sin pausa, le enviamos.

Y el cronista da el ejemplo de una situación muy cerca de él:

De los cincuenta apartamentos del condominio en que el cronista vive, no hay diez en los que, según los hombres del camión recogedor de basura, los condóminos se ocupen de separar los desechos orgánicos de los inorgánicos en sendas bolsas ad hoc.

No nos extrañe, entonces, que un día quizá no demasiado lejano perezcamos todos en la "contingencia" de un tutiplén o tutipuchal de nuestros propios desechos.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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