Una gran diferencia entre el fracaso y la derrota es que el fracaso se acepta como una lección por asimilar, como un paso más hacia la meta. Nos muestra el camino equivocado, que una vez reconocido no debemos volver a recorrer. Nos alerta a que no volvamos a caer en el mismo error y a entender que, a menudo, la nube que oscurece nuestro presente nos sirve para iluminar nuestro futuro.
La derrota, en cambio, es la decisión de no volver a intentarlo, de claudicar ante los obstáculos y de renunciar a la posibilidad de convertir el fracaso en éxito.
No dude que seamos vencidos solo cuando nos estimemos derrotados, que los obstáculos en el camino de los débiles se convierten en escalones en el sendero de los triunfadores, y que son estos, con su visión fija en su objetivo, los que son capaces de convertir los obstáculos en retos a vencer.
En cambio, el que no tiene la suficiente ambición de llegar a la meta es el que, antes de iniciar el camino, se da por vencido, el que se desanima fácilmente ante el esfuerzo que se le exige, los riesgos que lo acechan y las dificultades que se le presentan.
Si usted ya definió y decidió qué es lo que desea en la vida y día a día alimenta su determinación para lograrlo, difícilmente lo podrán detener. Es tal su convicción que los obstáculos dejan de serlo, y más bien, los convierte en detonadores para lograr su meta.
Así, quien se decide a alcanzar su meta deberá enfrentar muchos obstáculos y renunciar a comodidades y privilegios, y habrá de luchar intensamente para superar cada reto e ir nutriendo la satisfacción que ello le va causando hasta lograr el fin deseado.
Convierta en viento a favor cada error, cada falla y cada fracaso. Asimile la lección, incremente su experiencia y fortalezca su determinación hasta alcanzar sus sueños.
Y consciente que el perdedor es el que ni siquiera lo intenta, recuerde que es preferible vivir luchando intensamente que declararse derrotado. Mantenga en su vida un objetivo... Apueste todo para triunfar.
Amigo lector: antes que preocuparse por sumarle fracasos a su vida, preocúpese cuando se sienta derrotado. _