En cierta ocasión el emperador Napoleón I se encontraba delante de un grupo de soldados cuando, de repente, su caballo se desbocó y un soldado raso se lanzó hacia el caballo y, cogiéndole del freno, pronto pudo detenerlo.
Napoleón saludó al soldado raso y le dijo: “Gracias, mi capitán”. El soldado se sorprendió al oír a Napoleón decirle capitán, pues él era un simple soldado raso; pero pensó que si Napoleón quería, podía hacerlo capitán.
Así que, saludó al emperador y le preguntó: “¿De qué regimiento, mi emperador?” El emperador le contestó: “De mi guardia personal”.
El soldado se presentó como capitán ante el jefe de la guardia personal de Napoleón y el oficial, viéndolo con uniforme de soldado raso, le preguntó: “¿Capitán, por órdenes de quién?” “Por órdenes de mi emperador, Napoleón I”. En ese momento dejó de ser soldado raso y llegó a ser capitán.
Si ese soldado no hubiese tenido fe, hubiera dicho: “Mi emperador me dice capitán, pero yo no soy más que un soldado raso. Por el susto que le dio el caballo se equivocó y me dijo capitán”, y se hubiera ido a tomar su lugar y habría permanecido soldado raso toda su vida. Autor anónimo.
Amigo lector: en la vida no hay nada por fácil que sea que la duda no lo complique, como tampoco nada tan difícil que la fe no pueda facilitar. La fe es como el ancla que nos sujeta a un mundo que nos embiste.
Es como una gota de rocío que llega a nuestra vida para renovar la esperanza, la fortaleza y la seguridad de seguir. La que nos posibilita ver lo invisible, creer lo increíble y lograr lo imposible. Es la certeza plena de que lo uno que espera, llegará.
Téngase fe y aprópiese de las palabras “quiero”, “puedo” y “lo haré”. Arriésguese, cierto que solo quien intenta superarse comete errores y que son sus errores las enseñanzas que lo hacen crecer.
Fíjese metas altas, asuma sus responsabilidades y construya la vida que le permita alcanzarlas. No abrigue dudas, crea en su capacidad y persevere en sus anhelos. No desespere y confíe que, aunque los frutos tarden... llegarán.
Y no lo dude, la FE es la única fuerza capaz de atrapar las ilusiones de la esperanza y convertirlas una a una, en realidades. Usted, ¿qué opina? _
