“Por mi raza hablará el espíritu”, es el lema de la UNAM.
Tanto el escudo como el lema de la máxima casa de estudios de los mexicanos, fue obra de José Vasconcelos Calderón, Rector de la Universidad Nacional de México, designado por el Presidente Adolfo de la Huerta, en el año 1920.
El vigente escudo de la UNAM, (existieron siete versiones anteriores desde 1551, tanto reales como pontificios) representa dos aves rapaces, el águila nacional y el cóndor andino, protegiendo a los países latinoamericanos, desde México hasta la Argentina, simbolizando una amalgama de naciones -La raza cósmica- donde nos une el idioma español y la religión católica.
Siendo Secretario de Educación Pública, José Vasconcelos instauró el Día de la Raza, en alusión al descubrimiento de América, Él hacía referencia a una 5º raza, siendo la raza roja, amarilla negra y blanca, y con el mestizaje se obtiene la raza cósmica universal.
Es decir, Vasconcelos incluyó la palabra raza en lema de la UNAM, no en forma peyorativa, sino como amalgama de pueblos hermanos americanos; también hace mención en su último libro, “En el ocaso de mi vida”, donde nombra la palabra espíritu, para evocar al Espíritu Santo, no obstante ser un país laico.
Ahora que la tendencia es desacreditar (principalmente en este sexenio) la llegada de Cristóbal Colón a nuestro continente, excluyendo monumentos, calles, avenidas inclusive existe en Querétaro una ciudad en honor al navegante genovés (58 mil habitantes), pero no solo en México sino también en países hispanoamericanos, de tendencia socialistas.
Esperemos que no opten por querer modificar el lema de la UNAM, donde se mencionan dos palabras, estigmatizadas en esta época, “raza y espíritu” la primera, queriéndola tergiversar como peyorativa y la segunda por ser un país laico, donde los signos y evocaciones religiosas están limitados o hasta prohibidos.
Claro, como le diría Don Quijote a Sancho Panza con la “UNAM” hemos topado Sancho y por prudencia o conveniencia, no cuestionarían ni el escudo ni el lema, mismo que acaba de cumplir 100 años en el 2021.
Pero todo puede suceder, en estos tiempos de turbulencia y distractores en la política. Al tiempo.