Con su gran ironía Agustín Avecia —sindicalista autónomo, derrocó al charro del sindicato de telefonistas en los inicios de los 60, fue despedido, se refugió en la prepa 2, donde lo conocí. El 10 de junio de 1971 resistió la tortura y no arrancaron ninguna delación a mí y ni a otros compañeros— me envió un whatsapp: “El suegro de Azcárraga; Torruco el consuegro de Slim; Romo, el empresario de Monterrey; Esteban Moctezuma que hizo carrera con Zedillo y es presidente de Fundación Azteca; y otros en escena.
¿Cómo se llama la obra? Respuesta: Nosotros los Forbes”.
Cambia la proclama de AMLO . Ahora será Primero los Forbes.
Casi todas las encuestas mantienen a AMLO en un creciente primer lugar de intención de voto para presidente. Al mismo tiempo su equipo incorpora a grandes empresarios a escala nacional y en casi todas las regiones del país: Tijuana, Chiapas, Guerrero. También AMLO no cesa de declarar que habrá “amnistía” para los que cometieron delitos en el gobierno de Peña Nieto y que el cree en el “perdón” para quienes abandonen el PRI o el PRD y se sumen a sus filas.
Para quienes sostienen que “la condición humana” está íntimamente ligada a la ambición, no resulta asombroso ver cómo antiguos militantes comunistas, socialistas al tomar “el poder” se convirtieron en grandes millonarios, mediante el abuso del poder, lo mismo en Brasil, en Venezuela y ahora hasta en China y Corea del Norte. No se diga en el caso mexicano.
AMLO no es socialista, menos comunista, nunca ha dicho que está contra el capitalismo; cuando mucho condena ciertos paradigmas del “neoliberalismo” y defiende con gran convicción la intervención del Estado en la “economía” y por supuesto a los monopolios estatales en la energía, “privatizados” cada vez más desde los gobiernos de Miguel de la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto. Eso cambiará cuando él gobierne, dice.
Ante su posible victoria, empresarios y financieros “ya no le temen”, dice Romo.
AMLO sigue siendo una esperanza para millones de pobres.
Ante la debacle de Peña y el fraude de Calderón y Fox, AMLO puede ser la vía para darle cauce al descontento sin ir a un cambio radical. Veremos.
