No se había cumplido ni el primer mes de la cuarentena cuando la FIFPro daba a conocer, gracias a una encuesta, que durante la pandemia el número de deportistas que presentaban síntomas de depresión se había duplicado.
Hace unos días Michael Phelps una vez más hizo referencia a la depresión que sufre desde hace años y explicó como a raíz del encierro ha pasado una de las peores etapas de su vida. Vivimos no solo en la era de las redes sociales, sino también de la ansiedad. Es inevitable para muchos atletas ser el foco de atención y aunado a lidiar con lesiones, fracasos en competencia y el retiro, principales factores que les causan desordenes psicológicos, es normal que cada vez sean más las voces dentro del deporte que abiertamente decidan hablar del tema. Fue tabú por muchos años, el miedo a ser estigmatizados y que su salud mental afectara sus contratos eran parte de ello. Afortunadamente la sociedad es más consciente sobre la depresión diagnosticada y los atletas que han hecho campaña al respecto tras vivir dichas experiencias han contribuido de manera significativa. “Esta es la realidad: nunca me curaré. Esto no va a desaparecer. Es algo que he tenido que aceptar, aprender a lidiar con ello y convertirlo en mi prioridad…”, dictaba parte de la reciente confesión del más galardonado medallista olímpico de la historia, que incluso antes reveló que contempló el suicido y se automedicaba. Junto a él, la lista de deportistas con padecimientos similares no es corta. Ian Thorpe también en la natación; TerryBradshaw, Ricky Williams y Brandon Marshall en la NFL; Tyson Fury, Ricky Hatton y Frank Bruno en el boxeo, al igual que Óscar de la Hoya, que en algún momento dijo: “Esta es la pelea más grande de mi vida… Podría poner a todos mis rivales en un cuadrilátero y enfrentar a todos, pero este monstruo será el más duro de mi vida”. El campeón de la Serie Mundial del 2011 David Freese; los futbolistas Clark Carlisle y Abby Wambach; Serena Williams, Ronda Rousey y Andrew Jensen (golf). La depresión no discrimina. La NBA, que engloba muchos casos como el de Jerry West, Larry Sanders, Paul Pierce, DeMar DeRozan, Kevin Love y Delonte West, es una Liga que creó una serie de iniciativas diseñadas para ayudar a cultivar la salud mental en su gremio. Como dicen, “conseguir ayuda es una fortaleza, no una debilidad”, y que hablen al respecto merece todos los aplausos.