¡Ahora sí se pasaron los medios!
Al pretender desprestigiar a la cuarta transformación y al gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador atacando a una persona como la ministra Olga Sánchez Cordero, lo único que logran es convalidar las acusaciones que les hace el presidente López Obrador de ser unos medios dedicados de lleno a golpear a su Gobierno.
Cómo es posible que se pretenda acusar a la ministra Sánchez Cordero de conspiraciones de cualquier tipo cuando durante toda su vida ha trabajado por la defensa de los derechos humanos en general y muy particular por la defensa de los derechos de la mujer. Nos consta a todos los abogados que hemos sido sus alumnos, hemos escuchado sus conferencias o leído sus publicaciones, o conocido su trayectoria, que la ministra Sánchez Cordero no es una mujer de politiquería barata de la cual se le pretende acusar y por supuesto no le queda el saco.
Esta politiquería es a la que se refiere el presidente de la República y es justamente eso, las conspiraciones, los chismes, el grillerío de hablar al oído mal de otra persona en su ausencia, la doble cara, la puñalada trapera, el de que la moral es un árbol que da moras, el engaño, el coyoteo, la traición, la bajeza, la vileza, la obstaculización, el cerco político, el aislamiento, el ufanarse de ser animal político, el de justificar los medios por los fines, el de que no le tiembla la mano, la eliminación del contendiente, el contratar sólo gente inexperta o incompetente para no ser superado, el acaparar la voz y el protagonismo, el de buscar las cámaras, el dar o comprar la nota, el de excluir al verdaderamente competente, el narcisismo político, el de publicar la noticia infundada y mal intencionada los fines de semana o peor aún al inicio de período vacacional.
La politiquería descrita es lo contrario a la ministra Olga Sánchez Cordero cuya manera de participar en el gobierno es muy semejante a la del presidente López Obrador. Seguramente por ello fue elegida para cambiar la cara de la Secretaría de Gobernación quien con ella pasó de ser brazo represor del Estado a una gran maquinaria de defensa de los derechos humanos.
El estilo y vocación de la ministra Sánchez Cordero como la del presidente López Obrador es más apostólica que otra cosa. Es una entrega, un servicio, un sacrificio, un compromiso con ideales, un trabajar constante sin descanso por causas elevadas, y siempre con la conciencia súper tranquila. La ministra Sánchez Cordero igual se levanta a las cuatro de la mañana, estudia, trabaja, se entrega, defiende, escucha, allana el camino, impulsa cualquier buena intención, promueve la libertad, abre espacios a sus colaboradores, forma equipos, atiende opiniones, siempre apoya y tiene siempre un sí, sí sí para proyectos bien intencionados, y dentro del ámbito de sus más cercanos colaboradores impide, detiene y evita con la firmeza y la elegancia que la caracteriza en todo momento el grillerío, los chismes, la politiquería barata ya mencionada que sigue campeando en muchos ámbitos políticos de este país.
Creo que de plano en el caso de algunos medios, lo sano es leer sus noticias al revés, en especial las que publiquen los fines de semana. Cuando digan que el presidente López Obrador es como Hugo Chávez, debemos leer López Obrador NO es Hugo Chávez; cuando digan el petróleo ya es una cosa del pasado porque ya llegó el coche eléctrico, hay que leer el coche eléctrico tardará en hacerse de uso común por lo que el petróleo es de una gran y vital importancia; cuando digan México es Venezuela, pues debe leerse México no es Venezuela. O bien deberíamos escuchar todo lo que estos medios callan. Sólo así podremos estar mejor informados y sobre todo evitar la malicia, la mala fe, la vileza con la que estos medios atacan a la cuarta transformación.
Por otro lado, todos aquellos a quienes estos medios atacan deben de sentirse orgullosos, malo sería si fueran alabados por ellos, no olvidemos que los grandes maestros también fueron atacados y calumniados por mezquinos intereses pero que al final estos grandes maestros siempre prevalecieron y cambiaron el mundo. Me refiero a personajes en el mundo como Martin Luther King, Gandhi, Nelson Mandela, en México a Madero, Hidalgo, Morelos y por supuesto el maestro de maestros Jesús de Nazaret.
Mtro. Jesús Torres Gómez
Notario 224 de la Ciudad de México y profesor de la Escuela Internacional de Derecho y Jurisprudencia.