El patriarcado es un sistema de creencias que sostiene la supremacía del hombre sobre la mujer y que se cristaliza en una organización social en donde prevalece el dominio del hombre sobre la mujer en todos los ámbitos de la vida social; familiar, política, económica, educativa, religiosa, espiritual, laboral, profesional, mental, física, sexual, en perjuicio de mujeres y de los mismos hombres.
Este sistema ha causado enormes daños a las mujeres pues se les ha cosificado, subestimado, delegado, ultrajado, violentado, negado, negociado, estigmatizado, controlado, etiquetado, restringido, limitado, condicionado, expropiado, confiscado, arrebatado, mutilado, cercenado, el libre ejercicio de toda clase de derechos de las que son titulares como seres humanos.
Paradójicamente, el patriarcado también afecta a los hombres pues se les encajona en un determinado modelo, estereotipo o rol social y se les niega, se les reprocha, y no se les tolera sus expresiones más humanas como su sensibilidad, su creatividad, su intuición, su percepción, su ternura, la posibilidad de expresar el cúmulo de sentimientos de los que son capaces todos los seres humanos y se les asigna un papel de simple proveedor que los encarcela en oficinas, en fábricas o industrias para extraerles toda su energía, incluso en puestos de ejercicio de poder que los vuelve perpetradores de violencia en todos los niveles, enajenándolos de ellos mismos.
Es un sistema muy arraigado hasta los huesos, todos lo practicamos en mayor o menor medida, es sumamente difícil poder cambiarlo porque está demasiado inserto en nuestra cultura, en nuestras acciones, nuestros pensamientos, lo practicamos en expresiones, en gestos y en actitudes de las que ni siquiera estamos prevenidos no obstante lo cual son perfectamente modificables.
Por lo tanto, si queremos encontrar un enemigo común para combatirlo, hombres y mujeres en contra del patriarcado.
¡FUCK THE PATRIARCHY¡