En épocas de elecciones, los politiqueros en Estados Unidos se rasgan las vestiduras proponiendo endurecer la política migratoria y no permitir un solo inmigrante ilegal de México, Centro y Sudamérica.
Ofrecen poner más alto el muro, invertir lo que ahora invierten en la guerra con Rusia para defender su frontera, y evitar el intento de miles de personas por llegar a los Estados Unidos, como si fuera una invasión de delincuentes o de narcotraficantes.
La realidad, sin embargo, es muy distinta, los migrantes mexicanos hacen grandes aportaciones a los Estados Unidos, y debemos tener en cuenta las siguientes consideraciones:
1.- En primer lugar, habría que decir que los mexicanos no cruzaron la frontera, sino que la frontera cruzó a los mexicanos. El territorio de California, Arizona, Nuevo México, y Texas fue literalmente robado por los Estados Unidos de América en el año de 1846 con una guerra a todas luces injusta y que no tenía otra razón más que expandir sus dominios con un ánimo auténticamente imperialista.
2.- La población norteamericana está compuesta por migrantes de todo el mundo, por lo que en ese sentido los únicos legitimados para rechazar la migración, en especial la europea, son los nativos originarios de América.
3.- Los migrantes mexicanos colaboran en el fortalecimiento de la economía norteamericana porque pagan impuestos.
4.- Los migrantes mexicanos también fortalecen la economía de los Estados Unidos porque en su gran mayoría logran obtener un trabajo contribuyendo así al incremento del Producto Interno Bruto de los Estados Unidos, así, California y Texas son los estados que más contribuyen al Producto Interno Bruto de los Estados Unidos y al mismo tiempo son los dos estados de la Unión Americana que más migrantes mexicanos tienen en su población.
5.- Con o sin trabajo, los migrantes consumen bienes y servicios, con los ahorros de toda su vida que llevan consigo, con lo cual también incrementan el Producto Interno Bruto de ese país.
6.- Los migrantes mexicanos llevan a cabo diversos trabajos que coadyuvan para crear nueva infraestructura, obras y servicios de todo tipo en los Estados Unidos.
7.- Los migrantes mexicanos cobran menos salarios que los norteamericanos y eso permite que los negocios de los estadounidenses sean viables, y más rentables al interior y al exterior, haciendo más competitivos los productos hechos en Estados Unidos, por lo cual los migrantes mexicanos no sólo son útiles sino indispensables para la economía y fortaleza de los Estados Unidos.
8.- Elevan el nivel cultural de ese país multicultural.
9.- Desde el año 1994, en que se inició el proceso de globalización en el mundo, y México celebró con Estados Unidos y Canadá el Tratado de Libre Comercio hoy T-MEC, se permitió la entrada libre de aranceles a miles de productos norteamericanos, los cuales fueron canalizados a la economía mexicana por medio de brazos de distribución en toda la República Mexicana como Walmart, Office Depot, Sams, Costco, Home Depot, entre otros. Estas mercaderías desplazaron a las fábricas mexicanas provocando el despido y desplazamiento de cientos de miles de trabajadores, mismos que son los que desde entonces han buscado trasladarse hacia donde se encuentran los nuevos centros de producción, en los Estados Unidos. Es sabido en economía, que cada establecimiento como los Walmart que se instala desplaza a doscientos pequeños comerciantes de los cuales un gran porcentaje son ahora migrantes que buscan entrar a los Estados Unidos. En los primeros años de haber entrado en vigor el TLCAN, ingresaban a los Estados Unidos 400 mil mexicanos cada año, a pesar de que la patrulla fronteriza regresaba a mil quinientas personas al día, hoy en día suman más de 40 millones de mexicanos los que viven y trabajan en los Estados Unidos.
En concreto, el consumo de productos norteamericanos en territorio mexicano ha desplazado a los fabricantes mexicanos, y los trabajadores de esas fábricas se ven en la necesidad de acercarse a los nuevos centros de producción.
Hoy en día la lección es clara, no debe de autorizarse un tratado de libre comercio sin que al mismo tiempo se pacte el libre tránsito de personas, como sucedió en el caso de la Unión Europea o que por lo menos se entienda y acepte en la población lo que ello traerá consigo con el debido tiempo de anticipación.
10.- Por humanismo, no es justo que miles de mercaderías puedan cruzar diariamente entre los dos países, y una persona para lograr obtener un trabajo en los Estados Unidos tenga que arriesgar y ofrecer su vida, literalmente. Hoy, los mayores cementerios del mundo se encuentran en el desierto del Sahara, en el Mar Mediterráneo y en el desierto de Sonora y el Río Bravo alimentados por los migrantes que fracasaron en conseguir sus legítimas aspiraciones de obtener un trabajo.
11.- Por último, si las razones anteriores no fueran suficientes, se puede argumentar entonces las mismas fuerzas del mercado. Mientras Estados Unidos tenga necesidad de producir utilizando mano de obra mexicana o centro y sudamericana, y siga abriendo mercados para sus productos en todo el continente americano, de la misma manera el mercado seguirá empujando a los mexicanos, centro y sudamericanos a cruzar la frontera para conseguir esos trabajos.
La solución eficaz y humanista como propone el presidente mexicano es fomentar una integración económica más justa en todo el continente americano para enfrentar la competencia asiática, pero en un plano de fraternidad entre todos los países americanos, de otra manera, la migración continuará y muy pronto veremos a un presidente de los Estados Unidos de origen mexicano.
Mtro. Jesús Torres Gómez
Profesor de la Escuela Internacional de Derecho y Jurisprudencia.