Todo un contexto adverso llevó a la izquierda a ascender al poder. México, Chile y Colombia son naciones en donde recientemente la izquierda logró respectivamente conquistar la presidencia de la república. Esta hazaña representa un océano de ilusiones para la gente. Las personas tienen confianza en que las cosas serán distintas bajo este tipo de gobiernos.
Sin embargo, la izquierda ya en el ejercicio del poder se topó con una pared de dilemas. Para mi amigo el politólogo Miguel Ángel Sotelo González, la izquierda gobernante navega en tiempos revueltos en donde la sociedad le exige inmediatamente, con toda la razón y el derecho, cumplir con las promesas y demandas sin contradecir lo que significa ser un gobierno de izquierda.
Sotelo establece que estos gobiernos, junto con sus respectivas organizaciones políticas, no logran derrumbar esta pared debido a la falta de un cuerpo sistemático de ideas verdaderamente efectivas. Además, él agrega que los triunfos electorales y el vértigo que genera la responsabilidad institucional ha corrompido el propósito real de la izquierda gobernante.
Estos gobiernos apenas débilmente rasguñan el statu quo económico. Esto se debe a que adoptaron una agenda que se entrega a los brazos del fallido enfoque económico ortodoxo. Son gobiernos que se enfocan en políticas que resultan en meros espejismos que dan la impresión de que se está haciendo algo, indica Sotelo. Por esa razón, la pared es imposible de penetrar. “Desde la izquierda clásica, es lo económico lo vertebral. Es lo que configura las posibilidades y lugares de cada ser en la sociedad”, dice Sotelo.
Hace unos días, el presidente Gustavo Petro criticó severamente la política monetaria del banco central de Colombia. De manera acertada, Petro dijo que el aumento de la tasa de interés daña a la economía y no sirve para contener las presiones inflacionarias. Tal declaración causó una irracional indignación en el gremio ortodoxo, incluyendo en un sector de la izquierda.
Lo que señaló Petro es correcto. Incluso Rebeca Grynspan, secretaria general de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo, coincide con el colombiano. La declaración del presidente es una señal de que esta izquierda trata de romper con el statu quo económico dominante.
Andrés Bernal del Global Institute for Sustainable Prosperity considera que la izquierda debe continuar con ese rompimiento. En particular, Bernal señala que la izquierda tiene que poner por delante lo económico en su agenda, como lo sugiere Sotelo, mediante un cambio en su enfoque. Cambio que incluya el entendimiento sobre el origen y la función del dinero público. Es lo que necesitan hacer los gobiernos en Chile, Colombia y México para materializar las promesas y demandas de la sociedad sin contradecir la esencia de la izquierda.