Cuando los apellidos pesan, no es sencillo sobrellevar la carga interna que implica, sobre todo cuando se tiene el mismo nombre del padre.
El reto de igualar o superar a una figura muy exitosa no siempre se logra y son ecuaciones de vida difíciles de resolver.
El manejo de sentimientos tan encontrados como la rebeldía de la juventud con la culpa que sobreviene en los años de madurez, no es sencillo para ningún ser humano que tiene a sus padres y debe rendirles cuentas directas, pero también simbólicas en un constante proceso interno de reflexión.
En el caso de Luis Donaldo Colosio Riojas, su historia de vida es peculiar porque perdió a ambos padres siendo un niño.
Más allá del dolor de su tragedia personal que le dejó huellas indelebles, su crianza, continuada en su círculo familiar tras la muerte de su madre, ha resultado sin duda un ejemplo de éxito que no han logrado otros personajes muy encumbrados.
Luis Donaldo Colosio Riojas transita hoy por una etapa en donde ya dejó muy lejos la rebeldía, aquella que lo llevó a decir que jamás se dedicaría a la política, pero el nombre es destino y lo enfrenta ahora con una de las decisiones más importantes de su vida.
Enfrenta también el riesgo de dañar la relación con uno de sus mejores amigos: Samuel García Sepúlveda, porque ambos buscarán la candidatura para gobernador de Nuevo León por el partido en el que militan.
Ambos entienden la meta que persiguen de maneras distintas. Samuel es un apasionado de la buena administración pública, de que el estado y el país salgan adelante con el buen uso de los impuestos.
Luis Donaldo reencontró la senda inconclusa de su padre con la búsqueda de transformaciones sociales como legislador y por un momento pensó en abrazar una carrera parlamentaria muy en serio, alternando el Congreso del Estado con el federal, Senado incluido.
Pero la vida es de retos y siempre hay decisiones por tomar que nos enfrentan con la disyuntiva cruel de que, para ganar una nueva posición, también hay que perder algo.
Gane o pierda la candidatura, gane o pierda la gubernatura, Luis Donaldo Colosio resurge como un apellido con gran fuerza política y muchas intenciones de cerrar un círculo truncado hace 26 años.
A veces es posible reescribir la historia. A veces no…
