Cultura

Al Gore, el presidente que debió haber sido

  • Columna de Javier Hinojosa de León
  • Al Gore, el presidente que debió haber sido
  • Javier Hinojosa de León

“En nuestra experiencia cotidiana, si hay algo que nunca ha sucedido antes, suponemos que no va a ocurrir en el futuro, sin embargo las excepciones nos pueden matar, el cambio climático es una de esas excepciones”.
Al Gore. Vicepresidente de Estados Unidos con Bill Clinton, activista ambiental, premio Nobel de la Paz 2007 y autor del documental 'Una verdad Incómoda'.

Poco sigo las elecciones en Estados Unidos, les confieso que esta última la veo con una mezcla de humor, terror y pena ajena al ver cómo un hombre racista, frívolo, burdo y sin cultura podría convertirse en su próximo presidente, recuerdo la cerrada elección entre Al Gore y George W. Bush en el 2000, resuelta en forma cuestionable a favor de este último y que me dejó la sensación de que el mundo perdió la oportunidad de tener en la Casa Blanca a un personaje de calidad excepcional como lo ha demostrado ser Al Gore. Nadie como él nos ha movido a entender en gráficos claros y lenguaje accesible el tema del cambio climático y el calentamiento global, les comparto algunos puntos relevantes de su última documentada, emocionante y optimista plática TED que dio el pasado febrero en Vancouver, Canadá, de escucha obligada para todos, en donde nos hace reflexionar a través de tres simples preguntas sobre este tema al que todos le sacamos la vuelta; la primera: ¿De verdad tenemos que cambiar?

Para responder esta nos ilustra y confronta con datos duros verdaderamente aterradores: La atmósfera es una capa muy delgada que rodea el planeta a la que le estamos vomitando diariamente 110 millones de toneladas de contaminación. El 85% de toda la energía que se genera en el mundo sigue dependiendo de combustibles fósiles sucios basados en carbón. La cantidad acumulada de calor y contaminación que generamos equivalen a detonar 400 mil bombas atómicas como la de Hiroshima cada 24 horas los 365 días del año!, energía que en un 93% queda atrapada en los océanos ocasionando mayor evaporación que trae como consecuencia, por un lado, tormentas cada vez más destructivas con aguaceros torrenciales sin precedentes y, por el otro, sequías cada vez más largas y duraderas ocasión de incendios y migraciones masivas como el millón y medio de sirios que no tienen a dónde ir.

Corremos el peligro de perder el 50% de todas las especies que viven en la tierra para final de este siglo. Y ya las plantas y los animales terrestres se están trasladando hacia los polos en una tasa promedio de 4.5 metros por día.

A la luz de estos y otros datos, la respuesta a la primera pregunta es un rotundo sí, desde luego que tenemos que cambiar.

Nos hace una segunda pregunta: ¿Podemos cambiar?; el tono de la plática da un giro radical hacia un optimismo plagado de buenas noticias: Hoy es ya más barato producir energía renovable obtenida a través del viento, multiplicando por 15 veces las predicciones de su uso que se hicieron hace 16 años, y el de la energía solar por 58 veces gracias a la sistemática reducción de costos, a razón de 10% por año de los generadores de viento, de las celdas solares y de las indispensables baterías para almacenar la energía y utilizarla en las noches, al grado de que, hoy en día, en países como Alemania el 81% de la energía ya proviene de estos sistemas renovables. Esto abre a la iniciativa privada una amplísima ventana de oportunidad de inversión en todas las escalas, desde la instalación de paneles solares en chozas de paja hasta la generación de energía renovable en edificios, industrias y ciudades enteras.

A la tercera pregunta: ¿Vamos a cambiar? nos informa de la cantidad de plantas eléctricas a base de carbón que se han cerrado y de la determinación de cerrar las restantes en todo el mundo. El año pasado en Estados Unidos tres cuartas partes de toda la inversión en nueva generación de electricidad ha sido eólica y solar, muestra de la toma de conciencia de las grandes naciones en torno al tema.

Como los Alcohólicos Anónimos, lo primero que tenemos que hacer como simples ciudadanos es aceptar humildemente que estamos en el error, que con nuestros malos hábitos de consumo que vemos con tanta naturalidad, todos somos cómplices de este sistemático e irresponsable agravio a nuestro planeta, a la vez que nos estamos condenando como humanidad a una espantosa forma de auto-exterminio.

Quizá el señor Gore dejó en el aire una cuarta pregunta: ¿Qué tan rápido vamos a cambiar?

Al Gore: El caso para el optimismo sobre el cambio climático: http://www.ted.com/talks/al_gore_the_case_for_optimism_on_climate_change/transcript?language=en

Una Verdad Incómoda: https://vimeo.com/95465911

[email protected]
www.javierhinojosa.mx

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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