Aunque el presupuesto para las personas más pobres se alzó en 500 por ciento —casi tanto como los tuits simpáticos, inteligentísmos y nada delirantes de mi Lili Ledy Téllez, que es tan simpática y tan agradable como un día en la vida de Markitititititito Cortés—, siempre será mejor que la Nueva Banda TimbirINE apoye con gran efificiencia a quienes más lo necesitan como los muy humildes gobernadores del momento, como Samuel García y la primera tiktokera de Nuevo León, Marianita Rodríguez. Esta chica, mitad Martita Sahagún mitad Gaviota con una pizca de Margarita, celebraba junto con su maridito que por primera vez se hizo justicia en México ahora que mi Tatankita Córdova y Murayamasamí nulificaron la multa de 50 melones que les habían puesto por andar instagrameando la campaña desde su papel de influencer feliz.
¡Qué maravilla! Después de gastar millones extras en su autopromoción en todas las plataformas habidas, con una pequeña ayuda de los consejeros electorales se ahorran esa multa. Y para celebrarlo regalan generosamente un iPhone en vez de ¡uuunnnn aaaauuuuutooooooo!
Así, en vez de la estatua de Colón que coloquen en su lugar un monumento Lorenzo y Pepito, digo, Ciro, como adalides de la democracia sin atributos, pero con un presupuestazo federal de 24 mil millones de pesos que ya quisieran en Vox y el Ku Klux PAN para combatir al comunismo que les quiere arrebatar sus símbolos de estatus y apoyar a personajes como el sacerdote de Monclova, Lázaro Hernández Soto, que pidió a las madres que mataran a sus hijas que quisieran abortar, que “una mujer que aborta no sirve para nada”.
Solo la oficina de Lorensiux tendrá un presupuesto de 68 millones de varos… ¿pues dónde está su oficina, en una suite en Abu Dabi con todo y masajes con calambre y mariachis para amenizar los ambigús y la champaña? Además de los casi 400 mil pesos al mes que se autorecetan estos héroes de la austeridad para entrarle con enjundia al livin la vida loca.
Me dicen que son tan jugosos los presupuestos en la ConcacafINE que hasta Claudio XXX González quiere esa chamba para que le alcance pa’l chivo.
Dicen las malas lenguas que si en el Congreso se intenta si quiera bajarlos a los consejeros de su paraíso fiscal, Tatankita y Murayamasamí, con final feliz incluido, se van a hacer más las vístimas que Chiflano Aureoles, Loret, Brozo El Trujillo Tenebroso y Muñoz Ledo juntos. Lo dudo, nunca lo han hecho ni lo volverían a hacer.
@jairocalixto
