Las carreteras que unen a las ciudades de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y Coatzacoalcos, Veracruz, al suroeste del territorio mexicano, cuentan con varios retenes en los que participan elementos de seguridad del gobierno federal y de los estados.
En algunos puntos y momentos, los retenes establecidos cuentan con una alta presencia de integrantes de la Guardia Nacional, de policías estatales y de miembros del Instituto Nacional de Migración (INM); sin embargo, en otras ocasiones, no se registra la presencia de nadie y solo están colocados los señalamientos viales que reducen los carriles.
En algunos puntos de revisión, las unidades pasan sin ser detenidas por nadie; mientras que, en otros, se realizan operativos en los que se detectan diferentes irregularidades como el tráfico de personas.
Los retenes que establecen las autoridades federales y el Instituto Nacional de Migración son independientes a los filtros fitosanitarios por los que deben pasar los camiones y tractocamiones que llevan productos del campo hacia diferentes partes del país. En las carreteras, casi nadie sabe el contenido de las cargas que trasladan los operadores de las unidades pesadas. En algunas ocasiones, los tractocamiones llevan a indocumentados en condiciones de hacinamiento hacia el norte del país.
El pasado 16 de enero, las autoridades mexicanas detectaron a un grupo de 359 transmigrantes que, en su mayoría prevenían de países centroamericanos, quienes viajaban en el remolque de un camión. Dentro del tractocamión viajaban 294 personas originarias de Guatemala,38 de Nicaragua; 15 de El Salvador, ocho de Honduras y cuatro de Ecuador. El grupo de migrantes fue detectado por los elementos federales durante una revisión en un punto de control de una carretera del estado de Veracruz. El pasado 9 de diciembre del año 2021, un total de 56 transmigrantes perdieron la vida después de que un tractocamión con más de una centena de extranjeros se volcó en una carretera del estado de Chiapas, al sur del país. Para los migrantes, la velocidad a la que iba la unidad y el peso de la carga humana influyeron en el accidente.
A menudo, los transmigrantes provenientes, en su mayoría de países centroamericanos, pagan a grupos delictivos para que sean llevados en camiones y hasta en autobuses por diferentes carreteras con el objetivo de llegar a la frontera con Estados Unidos. El fenómeno del tráfico de personas es una realidad y, cada día, la vida de miles de personas que solo quieren mejorar su calidad de vida está en riesgo.
Jaime Zambrano