En mi columna para celebrar el 90 aniversario de La Afición hablé de cómo los aficionados son (somos) la piedra angular del deporte profesional.
Por ello me dio mucho gusto ver aficionados en la postemporada de la NFL y en Miami en la final del futbol americano colegial.
Pantallas, publicidad, fotografías, sonido ambiente y mantas se han intentado entre muchas alternativas para sustituir la energía del público, solo para demostrar que el aficionado es irreemplazable.
El deporte profesional se ha podido reactivar gracias a medios, atletas, competencias, equipos y patrocinadores.
Pero al final del día, el consumidor final siempre es la afición.
El sábado también habrá 6,000 aficionados en Green Bay para el partido ante Carneros y poco a poco las tribunas se reactivan con una energía que se extrañaba.
Aún queda camino por recorrer, pero los Browns de Cleveland demostraron que se puede competir y ganar incluso sin entrenador en jefe.
Los números no mienten y 6,700 aficionados en Búfalo, 14,520 en Tennessee y 3,000 en Nueva Orleans generaron una energía que hacía falta.
Twitter: @jaimerascon