Pues resulta que María Lilly del Carmen Téllez García –Lilly Téllez para los cuates– la crítica más enjundiosa y majadera contra la 4T, pregonó que tiene una licenciatura en Ciencias de la Comunicación, pues hete aquí que no es cierto. Vaya cara dura de la señora, no tiene dicho título como lo aseguró cuando fue propuesta por Morena para Senadora de la República por Sonora, su estado natal. Como Morena no le convino para sus desbordadas ambiciones personales, cambió de camiseta, hoy milita en PAN.
En uno de mis textos anteriores, refiriéndome a García Luna mencioné la frase de Abraham Lincoln: Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo. Lilly que recurrentemente habla de integridad, honestidad y valores en la tribuna del Senado, al tiempo que ofende con los peores epítetos a sus pares de Morena, no cuenta con la licenciatura que aseguró tener.
Esta señora que más de una vez ha pregonado que será presidente de la República, su fuente de inspiración son Fox y Peña Nieto, en virtud de que si ellos llegaron a la grande con ese bajísimo nivel intelectual y cultural; por qué ella no.
Aquellos prianistas –incluidas las féminas– que suponen que la presidencia es enchílame una gorda, les falta sentido analítico para identificar su devaluada posición y sus limitadas posibilidades de figurar en la boleta de la campaña federal en 2024. Todas las encuestas, los periodistas independientes, la opinión pública y la mismísima oposición, saben que no han integrado los cuadros que puedan tener alguna posibilidad de contender para la presidencia. El PAN, la segunda fuerza política nacional carga con el desprestigio que “gracias” a García Luna, salpica el “buen nombre” de Felipe Calderón, el inmaculado expresidente panista que nunca se enteró de las fechorías de su segundo en la cadena de mando. Vaya descrédito que trae a cuestas ese partido que llegó a ser modelo de inspiración cuando lo integraba gente decente.
Colofón
Los notables priistas César Camacho Quiroz y el tal Alito, persisten en el engaño. El primero afirma: ganaremos el Edomex como coalición opositora”. El segundo pregona: “el tricolor llega fuerte, ordenado y estructurado en defensa de la democracia, para ofrecer mejores condiciones de vida a los mexicanos”. Lo que nunca hicieron cuando gobernaron, ahora que están dando patadas de ahogado pretenden convencer a la ciudadanía con discursos baratos saturados de sueños guajiros.
