Están por transcurrir 40 años de ese fatídico primero de septiembre de 1982. “Aquel honorable señor”: (Jolopo, por sus siglas en español), quien fungía como presidente de México en aquel entonces, le dio una estocada de muerte a la economía nacional con su demencial determinación de estatizar la banca. Muchas veces me pregunto: cómo es que después de70 años consecutivos de dictadura hegemónica priista, y de una pesadilla tras otra, los mexicanos (incluidas las féminas) logramos sobrevivir a todas esas confiscaciones, pillerías, saqueos, corrupción, impunidad…
Con la estatización de la banca se frenó nuestro desarrollo. La economía nacional se vio seriamente afectada. El pueblo pagó los platos rotos.
El sexenio de EcheverríaOcho años antes de la estatización de la banca, en febrero de 1974, el gobierno de Echeverría inició un caos financiero. Díaz Ordaz entregó a Echeverría la presidencia el uno de diciembre de 1970 con una inflación de 4.69 %. Cuatro años después (1974) surge una inflación galopante. En 1976, al término de su fallida administración, Echeverría dejó el poder con 27 puntos porcentuales de inflación, 20 puntos más de lo que estamos viviendo ahora mismo. Por si fuera poco, devaluó nuestro peso un 76% frente al dólar. De estar a 12.50, cuando inició su administración, lo dejó en 27.00 pesos. Desde entonces no nos recuperamos.
El sexenio de JolopoAl asumir la presidencia, Jolopo acató las instrucciones del Fondo Monetario Internacional. Para reducir la inflación y ajustar la balanza de pagos, le impusieron topes a los aumentos salariales y límites a la capacidad de endeudamiento.
Desde su toma de posesión, Jolopo pensó en una reconciliación nacional (ya desde entonces existía una polarización entre gobierno y algunos sectores) se crearon mecanismos para “negociar” con el sector empresarial y con organizaciones campesinas y sindicatos, no lo logró y su animadversión contra el empresariado fue estatizar la banca.“Nos saquearon muchas veces, no nos volverán a saquear”, dijo.Los dos sexenios panistas
Ilusionados los mexicanos (incluidas las féminas) por lo que podría haber sido el anhelado cambio con la alternancia panista en el año 2000, esos dos sexenios resultaron peores que los setenta años de hegemonía política llamada la dictadura perfecta.
ColofónEspero sirva este paseo por nuestra historia reciente, para refrescarnos un poco la memoria de dos “honestos” gobernantes anteriores al dictador de Macuspana.