Tres días después del tercer debate por la candidatura para la presidencia de nuestro país, esta es mi opinión. Hasta el día de hoy se han publicado miles de artículos en diarios nacionales e internacionales. Quienes escribimos al respecto aportamos nuestro particular punto de vista del encuentro, incluidas nuestras simpatías por quien aporta las propuestas más convenientes para nuestra trasformación progresiva. En cuanto a lo social la candidata oficial destacó la seguridad, la salud y la educación, programas que encabezarán su proyecto de desarrollo sostenido en nuestro país.
Desde que apareció en el escenario Claudia Sheimbaum como abanderada de la 4T,no he ocultado mi simpatía por ella. La considero preparada, mesurada, seria, equilibrada... consciente de lo que representa la trascendente responsabilidad de la presidencia de Nuestra República.
En contrapunto, la candidata de la oposición es torpe, vulgar, contradictoria. La clase, la decencia, el respeto… cualidades indispensables para quien aspira dirigir el destino de nuestra nación, no se le dan.
Los adjetivos que le atribuyo en el párrafo anterior a la “candidata independiente” no son epítetos ni ofensas, es una descripción objetiva de su persona, no un acto de misoginia como el que le imputan a Samuel García por llamarla corriente. Igual podría yo llamarla elegante, bonita y distinguida si fuera el caso, pero no lo es.
El INE advirtió a la prianista que se abstuviera de endilgar ofensas, calumnias y delitos a sus adversarios. Aun así, ofendió a Claudia y a la 4T llamándolos, a ella ladrona y narcocandidata, y a la 4T narcopartido. La prianista violó la advertencia. Además violó las normas cívicas establecidas por el INE. En el tercer debate interrumpió en repetidas ocasiones la participación de su adversaria mostrando cartulinas denigrantes, entre otras, una caricatura de Claudia comparándola con Pinocho.
Qué podemos esperar los mexicanos de una candidata que no respeta normas, ni acuerdos. Los mexicanos anhelamos una sociedad pacifica, sana, motivada, igualitaria, solidaria, participativa y humana. Imposible lograrlo con una presidenta pendenciera y golpeadora. No es que la hidalguense sea muy echada “pa’delante”, como nos la vendieron cuando la lanzaron, más bien es una bravucona de barriada.
Epílogo
Al día de hoy Claudia Sheimbaum continúa encabezando las preferencias de la ciudadanía. La convocatoria para votar el 2 de junio será puro trámite.
