En las últimas semanas ha cobrado fuerza el protagonismo de Frenaaa, el grupo de sediciosos que pretenden que López Obrador renuncie a la presidencia. Quienes integran ese grupo tal vez ignoran que la sedición es delito. Obedecen ciegamente a su líder, un agitador consuetudinario con fama de bravucón en su natal Monterrey.
¿Qué es sedición?
Es un levantamiento contra los gobiernos, las autoridades y el orden vigente. Es una actitud de rebelión que invariablemente lleva a situaciones de fatales consecuencias.
Fomentar organizaciones que se oponen a la autoridad, promover la resistencia al gobierno y realizar discursos públicos en contra del orden establecido es sedición. El caso particular de las arengas de Gilberto Lozano, el “guía” de Frenaaa, las ha llevado al extremo de exhibir en una charola una réplica de la cabeza de AMLO, convocando a un “espontáneo” para que lo asesine.
La gravedad del asunto es que cuando convoca para asesinar a AMLO sus incondicionales le aplauden. Existe un caso de magnicidio por fanatismo consignado en nuestra historia; es el de José de León Toral, quien en contubernio con la madre Conchita, la monja que afirmaba que asesinar a Obregón era la única manera de acabar con la persecución religiosa durante la guerra cristera. León Toral siguió “los consejos” de la madre Conchita y, guiado por su fanatismo religioso, el 17 de julio de 1928 asesinó a Obregón. Las plegarias de los seguidores de Frenaaa hincados en el Zócalo de CdMx, con rosarios en sus manos tienen mucha semejanza con aquel evento.
Los discursos de odio de Lozano contagian a sus escuchas. Sus gesticulaciones son de un esquizofrénico. Su lenguaje corporal y las grotescas expresiones de su rostro delatan su padecimiento.
Lozano debe ser enjuiciado por convocar al magnicidio, por incitación al odio y por sedición. Las autoridades deben llamar a cuentas a este enfebrecido megalómano por instigar la apología del delito y por atentar a la desestabilización del país. Lozano no representa ninguna causa, es un vulgar agitador.
¿Quién o quiénes patrocinan el plantón de Frenaaa? Evidentemente el movimiento y las tiendas de campaña tienen un costo, con dinero de quién las compraron. Vuelve a aparecer la mano negra. En 2006 fueron las cúpulas empresariales y la extrema derecha. Hoy día ¿quién está detrás de Lozano? Él no trabaja, y si lo hiciera, seguro que con su sueldo no le alcanzaría para sufragar esos gastos. ¿Quién está detrás? ¿Quién?
La ignorancia de los seguidores de Lozano llega a tal absurdo que se han creído que el actual gobierno está encaminándonos al comunismo. Sus fanáticos no saben con qué se come eso, pero los espanta y actúan en consecuencia. Mátenlo y luego “viriguan”.
Colofón
Lozano no lidera una oposición, lidera una bufonada. El campamento en el Zócalo de CdMx donde no pernocta nadie es otra bufonada. A su desangelado movimiento solo acuden los ingenuos. Los claxonazos, y sus bloqueos de las calles no conducen a nada, solo alteran el orden social.
