Cada vez que escucho y veo a Lilly Téllez en entrevistas, termino sin entender lo que quiso decir. Sus comentarios son carentes de congruencia, lógica o sustento. En cuanto a sus gesticulaciones, denota alteraciones psicológicas que requieren atención inmediata.
Su aterrizaje en política fue inesperado. La invitó AMLO a integrarse en las filas de Morena, ahí participó sin convicción ideológica alguna por un rato. Valiéndose de su puesto de senadora abandonó a Morena por la puerta trasera para integrarse a las huestes del PAN. Con esa traición, la Téllez demostró su carencia de convicciones.
El sueño de Lilly coincide con el cuento de Alicia en el país de las maravillas. Éste narra cómo Alicia cae en un agujero, repentinamente se encuentra en un mundo peculiar totalmente desconocido. A la Téllez le sucedió lo mismo, cayó en un agujero —la polaca— y no supo cómo, dónde, ni cuándo.
Sus aspiraciones presidenciales son una quimera. No sabe cómo se come, ni que cubiertos utilizar para engullir el manjar. Debido a su ego desbordado repite constantemente que ella puede ganar a la corcholata que le pongan. No ha tomado en cuenta que existen otros aspirantes y (aspirantas, diría Fox). Se concentra tanto en su odio hacia Morena que no percibe la existencia de otros adversarios. Si no la postulara Va por México, ¿qué partido podría postularla?
Las posibilidades de que la coalición subsista para las próximas elecciones son remotas. En el supuesto de que siguiera viva, muy remoto sería que la postularan; ella pretende —como en los cuentos— que su fantasía se haga realidad. En Va por México, hay aspirantes panistas y priistas de la decadente vieja guardia que también tienen sus aspiraciones, pero las posibilidades de que surja alguno con carisma son lejanas. No hay gallo, ni gallina en ninguno de los tres partidos. Además, no confían entre ellos (por algo será). Eventualmente terminarán tomando cada uno su camino proponiendo a su propio candidato, si acaso lo tuvieran. Lilly nada tiene que hacer ahí. Ella no pertenece a ninguno de esos grupos, inclusive en el PAN están pensando seriamente cómo deshacerse de ella debido a su actitud pendenciera permanente, incluidos los de casa. ¿O no, Santiago Creel?
Colofón
La oposición no ha podido hasta el momento presentar un pliego de propuestas, todo se les va en criticar, no reconocen logros ni avances. Las inversiones internacionales están llegando como nunca. Si se han dado cuenta, no quieren reconocerlo.