El término fuego fatuo se refiere al fenómeno consistente en fugaces llamas inocuas de repentina aparición nocturna en cementerios. No son visibles más allá de 10 o 20 segundos. Fatuo también define a alguien con mínima relevancia, alguien que para despertar simpatías recurre al truco de una supuesta infancia marginada. Lady X ha sabido explotar ése y su pretendido “origen indígena” para posicionarse en el ánimo de algunos sectores crédulos de la sociedad. Aun con esa treta no pasa de ser un fuego fatuo. No logrará convencer al electorado que no olvida la corrupción del PAN y PRI, desacreditados partidos que para continuar medrando se aliaron con ella.
La situación actual en el enredado escenario político mexicano propició el surgimiento de lady X; ella resultó ser la salvación para la alicaída oposición, la cual al no tener entre sus filas a alguien con la personalidad y credibilidad necesarias para enfrentar a Morena, una flor les cayó del cielo. Los tomó tan de sorpresa que no terminan de asimilar “el milagro”. La flor tampoco ha asimilado en que tremendo lío la metieron. Le lavaron el coco, la photoshopearon y la inflaron. El que sea muy chingona, como ella misma se califica, no significa que tenga capacidad para dirigir los destinos de México, para ello se requiere más que tener un léxico florido y ser chingona.
Más temprano que tarde el fenómeno X no habrá sido más que un fuego fatuo. La política es asunto serio, no repentina popularidad. La absurda idea de dirigirse al público con un vocabulario soez pretenciosamente natural, resulta procaz. Existe un enorme abismo entre el lenguaje decente y las leperadas.
Con el arribo del fenómeno X a la contienda por la grande, el PRI y el PAN no ocultan su ambición de regresar al poder con alguien que puedan manipular para continuar haciendo de las suyas. Para lograrlo se valen de lady X, suponen que lanzándola bajo sus siglas la gente olvidará sus fechorías. No se confíen, la gente no los olvida.
Colofón
La popularidad del fenómeno X no llegará más allá de ser un fuego fatuo. Se dio porque a la flor no le abrieron la puerta de Palacio Nacional. A partir de ese momento surge de una chistera la candidata “triunfadora”. El desangelado Frente Amplio por México no ha tomado en cuenta que una candidatura se construye mediante un programa de gobierno con contenido social, no con costales de dinero de las cúpulas empresariales para apoyar a una candidata que puedan manipular como lo hicieron con el prian.
