Anteriormente, se trató el tema de la televisión y su relación directa con la Administración, se comentó de algunos “programas de realidad” transmitidos por señal de paga y que dan cátedra de cómo administrar una empresa, entre ellos: “El Socio”, “Pesadilla en la Cocina” y “Jefe Encubierto”.
También se ha retomado en esta sección, la frase atribuida a Carlos Monsiváis de que la televisión es “la caja idiota”, ya que criticó sus contenidos y publicidad.
Este mes se da la noticia, que en el ciclo escolar oficial que imparte el gobierno federal, a través de la SEP, será por televisión abierta y en los canales con mayor cobertura a nivel nacional; se agrega el dato que también la radio, participará en esta educación masiva impartiendo clases en algunas lenguas autóctonas.
Con esta decisión, ¿se asegura que todo el estudiantado recibirá el servicio educativo?, la parte teórica de cualquier asignatura estaría cubierta, ¿qué pasa con la práctica?, ¿cómo se evaluará a los alumnos, y sobre todo, a los profesores?, ¿cómo habrá pase de lista de la clase?, el profesorado público, ¿ya se capacitó para impartir su clase por estos medios?, ¿cómo se calificarían las tareas?, ¿está organizada la SEP para tal tarea?
Éstas y más interrogantes, asaltan al público en general, pues se ve poco práctica la idea, y parece que la hubiera ordenado el mismísimo José Stalin, en sus mejores momentos del poder absoluto, sobre todo, habiendo en la actualidad más opciones para impartir clase, de manera más interactiva.
Esperemos los resultados fríos y objetivos de esta decisión, pero de favor, que no los informe el presidente, porque va a reportar que todo fue un éxito, que los alumnos aprendieron mucho, que los maestros trabajaron bien y que seguirá ese método anti diluviano.
