En Marruecos se firmó el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, acuerdo no vinculante que impulsó la ONU con el objetivo de fomentar la cooperación entre todas las naciones, con propuestas como ayudar a países a enfrentar las migraciones, intercambio de información y de experiencias, así como la integración de los migrantes.
El pacto fue rubricado por 164 países, de un total de 193 miembros de las Naciones Unidas. Estados Unidos desde julio pasado ya había anunciado su negativa a adherirse, postura a la que se sumaron casi 30 países.
Este es un primer paso, ante una situación que no podemos ignorar, y que se debe de ordenar, pero sobre todo, de atender con base a principios básicos como la defensa de los derechos humanos, de los niños, el reconocimiento de la soberanía nacional y las posibilidades de generar esquemas de una integración social de quienes se han visto obligados a abandonar sus países.
Debemos considerar que la pobreza y la violencia son las principales razones por las que se ha dado una ola migratoria tan grande en los últimos años. Los sirios y africanos cruzando el Mediterráneo para llegar a Europa, y los centroamericanos atravesando nuestro país para ir tras el sueño americano en los Estados Unidos, son los ejemplos más claros de la necesidad y solidaridad que se debe tener ante esta situación.
Tamaulipas es un estado en el que cruzan miles de migrantes cada año, por lo que es importante sensibilizarnos ante la desgracia que están viviendo. Pero también es el momento en que el gobierno federal programe un presupuesto para un fondo al que tengan acceso gobiernos municipales y estatales, para atender el fenómeno migratorio en nuestro país. ¿No cree usted?
