El esquema de recaudación fiscal de nuestro país se concentra en una gran bolsa de recursos, que el Gobierno Federal puede integrar con todos los impuestos y los derechos que son participables por parte de los estados, el gobierno de la Ciudad de México, los municipios y las alcaldías de la Ciudad de México.
Es así que la Ley de Coordinacioìn Fiscal de la Federacioìn regula las relaciones entre la hacienda puìblica federal con las locales, lo que se traduce en una relacioìn multijurisdiccional, que es la que determina las reglas para que la autoridad central transfiera los ingresos a los dos niveles de gobierno.
Pero este esquema de distribución fiscal, resultado de gobiernos que históricamente han centralizado la recaudación y decidido su distribución, tiene que ser modificado ante una nueva realidad política, pero sobre todos, por un contexto económico y social que exige una distribución más justa y equitativa que sea parte fundamental del desarrollo regional.
Por ejemplo, Tamaulipas tiene una recaudación de 275 mil millones de pesos, que representa el 9 por ciento de lo que la Federación tuvo en 2018, lo que nos coloca como la segunda entidad que más aportaciones realizó a la hacienda nacional.
En contraste, Tamaulipas está en décimo lugar en recepción de participaciones federales al obtener el 3.1% del total generado, mientras que por aportaciones estamos en el lugar 13 con el 2.9% del total.
De ahí que el Gobernador Francisco Javier Garcia Cabeza de Vaca ha planteado que es necesario que exista una mayor reciprocidad hacia los estados en la distribución de los recursos por parte de la Federación, considerando las aportaciones que realiza cada entidad, con el firme objetivo de mejorar la calidad de vida de los habitantes de cada región, con el fortalecimiento consiguiente del federalismo, ¿no cree Usted?.