Lo que estamos viviendo en términos políticos y de administración de poderes es insólito.
El poder Ejecutivo y el poder Judicial no están de acuerdo en la aplicación de la ley remuneraciones a servidores públicos, es decir, que nadie gane más que el Presidente de la República.
Llovieron amparos, 5 mil 774 contra la propuesta de menos salario. La mayoría son de jueces y magistrados y muchos han sido otorgados por lo que la aplicación de dicha ley está detenida.
Aquellos tiempos en que un solo hombre decidía todo, nombraba, quitaba y ponía, ya no son. La democracia y los sistemas políticos en el mundo han avanzado y son más participativos con la sociedad.
Esta medida desató fuertes declaraciones y el mensaje que se está enviando por ambos poderes.
Además, los contrapesos siguen existiendo en los sistemas políticos modernos. Claro, no en todos lados, pero en nuestro país sí.
En el caso del poder Ejecutivo encabezado por Andrés López Obrador, que tiene un aliado poderosísimo que es el poder legislativo, con una gran mayoría tanto en la cámara de senadores como de diputados y en más de la mitad de los congresos locales en donde Morena el partido del Presidente López Obrador es mayoría y por lo tanto pueden modificar leyes y reglamentos sin, digamos, mucha dificultad.
El poder judicial es un contrapeso entre los tres poderes de la Unión. Existen otros contrapesos como Cámaras que representan a la iniciativa privada, sean industriales, empresarios, comerciantes, en general hombres de negocios, también son un contrapeso de mucho peso.
El ministro Pérez Dayán detonó el conflicto el viernes pasado al ordenar la suspensión de la Ley de Remuneraciones de Servidores Públicos tras un recurso de inconstitucionalidad presentado por senadores.
El Ejecutivo no encontrará jueces sumisos, advierten. Por primera vez en la historia de México, integrantes del Poder Judicial de la Federación se manifestaron contra el Ejecutivo y el Legislativo para defender su autonomía y pedir diálogo.
El asunto es la aplicación de la ley, el encontronazo no es saludable para nadie, para ninguno de los tres poderes de la unión. Reflexión y sensatez pido en este caso.
En segundos el gobierno federal acabó con la Reforma Educativa.
El Gobierno anunció que reinstalarán a casi mil maestros cesados por aplicación de la reforma y crecerá en 10% la matrícula de universidades públicas, con los mismos recursos.
Así las Cosas, hasta pronto.