Sin duda el asunto de Rosario Robles es político más que judicial. Con la ley en la mano este gobierno ha dado un paso enorme en una investigación llamada la “Estafa Maestra” que involucra a muchos funcionarios del gobierno anterior, al llevarla a juicio a una de las funcionarias más influyentes de ese gobierno.
Cuando Enrique Peña Nieto nombró a Rosario Robles Secretaria de Desarrollo Social, la pregunta entre los priistas y el primer círculo era: ¿por qué? Causó recelos, envidias y enojos.
Todos se preguntaban por qué el jefe le daba una de las carteras más importantes en la política nacional y no solo eso, sino que es la cartera idónea para quien busca proyección.
Es decir, la colocaba en una posición envidiable para quienes tenían ambiciones políticas y sobre todo presidenciales, o simple proyección política y social, lo cual la convertía en la integrante del gabinete para voltearla a ver y seguirle los pasos.
La frase célebre que de “no te preocupes Rosario”, que también causó revuelo en la vida política, porque dejó ver otra vez, la preferencia que el entonces presidente tenía hacia la funcionaria.
Así podemos seguir hablando de infinidad de momentos y casos que no nos llevan a nada. Hoy en día la señora Robles pasa por un mal momento en su vida política, o al menos es lo que suponemos, cuando en otro, se veía que Rosario Robles tendría una carrera portentosa y de éxito.
Se llegó a pensar que podría ser la candidata a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, por el partidazo y algunos creían que más.
Hoy la Fiscalía General de la República ha levantado cargos en su contra en función de las denuncias de la Auditoría Superior de la Federación, que ya tenían años. Además de ejercicio indebido del servicio público, delito por el que fue vinculada a proceso con prisión preventiva justificada, Rosario Robles enfrenta otra acusación: Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, informó sobre 105 operaciones simuladas en la extinta Sedesol por un monto de 800 millones de pesos, que involucran a 60 funcionarios de Sedesol y Sedatu, estas investigaciones, adicionales a las detectadas por la ASF que hoy tienen a Robles en la cárcel.
Creo, estimado lector, que la vida le cambió diametralmente a la señora Robles y este caso dará mucho de qué hablar, por eso sostengo que seguirá siendo asunto político.
Así las Cosas, hasta pronto.