En los últimos años, algunos capitanes de industria y en general de la iniciativa privada (IP) han participado activamente en algo que les sale muy bien en sus empresas: procesos de planeación.
Fueron miembros de la IP los que junto con académicos y con gente de gobierno armaron las estructuras requeridas para construir, desde cero, lo que llegó a ser Fuerza Civil, la policía que fue un factor clave para restablecer cierto nivel de normalidad en la vida metropolitana.
Fueron miembros de la IP los que ayudaron a manejar los proyectos y recursos que hicieron falta para reconstruir la infraestructura que destruyó el huracán Alex.
Este proceso funcionó tan bien y logró tan buen control de los miles de proyectos que devolvieron la funcionalidad a la metrópoli, que desde antes de que terminara la gestión del Consejo Estatal para la Reconstrucción de Nuevo León se aprovechó la experiencia de sus integrantes para armar la iniciativa de Ley de Planeación Estratégica, que se promulgó en enero de 2014.
Ese mismo año, a fines de septiembre, se instaló un cuerpo colegiado contemplado en la ley y bautizado como Consejo Nuevo León para la Planeación Estratégica, el cual tiene 15 miembros campechaneados entre sociedad civil, sector privado y expertos universitarios.
Cuando se instaló este consejo, su presidente ejecutivo, Carlos Salazar Lomelín, adelantó que uno de sus primeros productos sería un plan estratégico con un horizonte de 15 años, plan que se entregaría en septiembre de 2015 para ofrecer al gobernador electo una plataforma base para su plan sexenal.
Pues el consejo se adelantó, y ayer le entregó el plan a Jaime Rodríguez Calderón. Y El Bronco vio el valor de ese ejercicio de reflexión y lo elogió.
"Es un gran trabajo que no se debe desperdiciar y no solamente para que lo hagamos en el gobierno, sino para que quede y siga esa ruta", dijo. Y en otro momento adelantó que el plan sería "parte fundamental del próximo gobierno", y que al menos 80 por ciento de su contenido formará parte de su plan de gobierno.
Creo que este reconocimiento prueba que El Bronco es sensible a un trabajo bien hecho, y yo sólo quisiera que levantara los velos bajo los cuales se presentó, para que la población entera de Nuevo León puedan ver por dónde se apuntan algunas soluciones a los problemas del estado.
