Luego de lo ocurrido en las últimas semanas entre Trump y Peña Nieto, en particular, en el tema de los tortuosos desencuentros por el caso del muro, resulta altamente sorprendente el nuevo giro que dio el status de la relación entre ambos, a partir de la cancelación del encuentro que, en otros tiempos, habría sonado a ser una idea desastrosa.
Aunque no queda claro qué fue primero, si la advertencia del estadunidense al mexicano acerca de lo inútil que sería su visita si no era para pagar por el muro, o bien si la cancelación del encuentro, por parte del tricolor, ocurrió antes del desenlace final.
Entre tanto, lo cierto es que se distendió de modo súbito la enooorme presión y el profundo desgaste diplomático y político que eso estaba generando. Sin embargo, tras dicho enfriamiento, queda la duda de cómo se logró la distensión entre las partes, así de repente, considerando la serie de eventos que sólo venían sumando controversias y desacuerdos.
Ahora, y tras haber acordado dejar el tema por la paz, en tanto ocurren otras cosas, pareciera que algo o alguien les hizo ver lo conveniente de dejar de liar con ese tema, máxime la forma en que venían haciéndolo. Pero, ¿qué habrá pasado, quién habrá dado un golpe de timón, qué hay detrás del congelamiento de las rispideces? Nadie lo sabe, pero lo cierto es que a una semana de haber dejado el tema por la paz, no ha habido escaramuza alguna al respecto, con todo y que para algunos sería muy útil que la tensión continuara.
Curiosamente, mientras terminaban de darse de codazos bajo la mesa y por encima de ella, también, en los minutos posteriores a la cancelación del encuentro entre los presidentes de Estados Unidos y de México, aparece en la escena el empresario mexicano Carlos Slim, como muy pocas veces en su vida, para dar un conferencia de prensa donde se mete en el tema para fijar su postura... y sin que nadie se lo hubiera pedido, al menos, de modo oficial o públicamente.
En dicha conferencia, en la que se hizo acompañar de dos de sus hijos y un directivo de sus empresas, Slim se tomó 45 minutos para decir que México estaba viviendo un momento de unidad nacional, a propósito de las controversias políticas entre ambas naciones, y que dicho estado de ánimo era una condición inmejorable para encausarla por México. Al respecto, reseñó diversos momentos históricos del país en que México se unió y mejoró, pero también mencionó otros episodios contemporáneos en el que no hubo unión y y hubo crisis, se redactaron varias constituciones, conflictos armados y una serie de desencuentros relevantes.
El empresario mexicano de origen libanés, también señaló que lo que Estados Unidos está haciendo podría no estar muy bien enfocado, pues la idea de devolverle al país la manufactura que ha perdido resulta atemporal considerando los tiempos que hoy se viven a nivel mundial, y dijo que difícilmente una industria o una fábrica puede cambiarse de un día para otro a otro país, y que en todo caso, eso tiene un costo inviable, por decir lo menos. En contraparte, también mencionó que estos tiempos son para apoyar al Gobierno Federal si este busca defender el interés nacional y, en especial, para promover y fortalecer la economía interna.
Algo que llamó la atención de su mensaje fueron las varias menciones que Slim hizo acerca de Donald Trump, a partir de un libro que el neoyorquino escribió hace dos años, previo a iniciar su campaña política, titulado: Great Again, donde lo menos que dijo Slim de él fue que ahí, a través de sus páginas lo ha conocido y que en su libro Trump hace una serie de afirmaciones que, a su parecer, no dejan dudas de quién es y cómo quiere hacer las cosas, aduciendo que no busca engañar a nadie.
Luego de la conferencia de prensa, hubo una sesión de preguntas que duró también unos 45 minutos, donde Slim respondió brevemente diversos cuestionamientos, y de diversa índole: tanto sobre el tema del muro, acerca del cual dijo que, en el mejor de los casos (el muro) terminaría siendo construido por mexicanos; hasta rechazar que estuviera dándole consejos al presidente mexicano; pasando por preguntas sobre telecomunicaciones en las que aprovechó para criticar los yerros de su nueva regulación; hasta responder una pregunta sobre cómo ve a Andrés Manuel en la era presidencial actual.
Una reflexión que deja su insospechada aparición pública es la de preguntarnos qué objetivo persigue Carlos Slim al aparecer en este momento, para hablar de lo que habló, pues difícilmente su muy cotizado tiempo y su visión de rey midas no podrían estarse desperdiciando, así nada más.
Habrá que estar pendientes del curso que tomen las acciones del señor Slim quien podría estarse animando a medirle el agua a los camotes de una candidatura presidencial independiente o no, influida por lo que ocurrió con Trump, quien sin ser político ni haber tenido cargos públicos -como el propio Slim-, se convirtió en el primer empresario en alcanzar la presidencia de EU, de lo cual Slim no está naaada lejos de emularlo en México, y en la práctica, quizás, hasta de superarlo... y si me apuran, quien sabe y el propio Slim apareció para que algunos especulemos con la idea de que el discurso de su conferencia contiene los fundamentos que podrían haber atemperado a los confrontados presidentes, con todo lo que ello podría significar.