Para algunos, en 2004 AMLO la libró en el caso Bejarano, pero para otros, por ese escándalo, perdió la elección de 2006. Como haya sido, el peje no tuvo consecuencias legales por la participación de un colaborador cercano en un evento de presumible corrupción como el descrito en aquél pasaje.
Hoy, más de una década después, un nuevo video pone en ciernes su cuestionada reputación. En la videograbación de ahora se ve a Eva Cadena, una integrante y candidata de su partido, "recibiendo dinero" y aceptando, también, dárselo a AMLO en las siguientes horas. Y aunque nadie, incluído él, ha negado la probable verosimilitud del contenido videográfico, para el actual líder de Morena, simplemente se trató de "una trampa" en la que cayó su colaboradora, lo que, tal parece, debiera ser entendido como un evento circunstancial, y que, en el peor de los casos, la morenista "nadamás no supo qué hacer", con todo y que ante la razonable duda, pués optó por lo que evidentemente consideró conveniente: recibir el dinero y aceptar el compromiso de hacérselo llegar al patrón... como si entender los alcances y repercusiones de algo así fuera solo una suerte de iluminados.
Curiosamente, hace unos días, tras un evento proselitista de la Sra Cadena en donde AMLO participó, le preguntaron si "Eva Cadena es corrupta" a lo que él respondió -con una de sus trilladas respuestas-: "lo que diga mi dedito".
Entre tanto, la clase política mexicana y otros actores se han volcado en este hecho para curarse en salud y, de paso, para ahondar la herida. Sin embargo, con todo y que la PGR dice que pudiera haber cárcel para la exmorenista, eso resultaría de ayuda para la causa de más de uno, pues si de algo está ávida la sociedad es de ver caer en desgracia a políticos, sean quiénes sean.
Aún así, la propia ley dice que para tales efectos, haría falta mostrar, además de la autenticidad del hecho videograbado, que el origen del dinero recibido fuera de procedencía ílicita, lo cual "es otro cantar". De cualqueir forma, aún en dicho caso, dicen los que saben, que con el nuevo sistema penal acusatorio, la "ingenua" lopezobradorista, como ella misma ha calificado su actuar, podría llevar el proceso en libertad.
Algo más que nos ha permitido ver este caso es el impacto que tiene hoy este video comparado con los grandielocuentes y transfronterizos efectos que tuvo el bejaranazo hace 14 años, ya. Y es que entonces, además del show que orquestó la televisión mexicana para multiplicar su estridencia, ese evento fue más repetido que el derrumbe de las torres gemelas de Nueva York, y ello sin considerar cómo fue usado por tantos y durante casi un lustro, sin soslayar que aún en nuestros días es referido y enarbolado cotidianamente.
Así pues, la nueva historia apenas está por escribirse, aunque por ahora hay que tomar nota de que con todo y "el dedito" de AMLO, sin decir agua va, por lo pronto la señora Cadena ya fue destituida de su partido y retirádole su candidatura, lo que curiosamente nadamás no pasa con el peje, ni por error, por heroicidad o por estrategia, no, pues para esos casos, como en el pasado, el presente y lo que venga, solo aplica lo que diga su "dedito".
El Mexidebate
Sí, en gran medida, los participantes se fueron como llegaron. Y es que con todo y que para algunos fue una sorpresa ver a más candidatos de los comunes, es decir: del PRI, del PAN o del PRD, además de la morenista y el candidato del Partido del Trabajo, ahí había una insospechada candidata independiente de nombre Teresa Castell que más allá del honor de estar ahí, su insospechada presencia, recordó la controversial ausencia que dejó el otrora candidato independiente, aunque de extracción priísta, Isidro Pastor, a quien en las últimas horas le fue anulada su "candidatura independiente" en la víspera del debate, tema del cual ninguno de los participantes, incluida Castell, hicieron mención alguna.
Vale la pena destacar que las intervenciones de la mayoría brillaron por su premeditación, estuvieron basadas en cuidadosos guiones, en mensajes teledirigidos, y ocasionalmente estuvieron apoyados en cartulinas con mensajes gráficos no muy efectivos que digamos y que, en contadas ocasiones lograron "raspar" a más de uno. Y de los temas mejor no hablamos, pues no hicieron otra cosas que regodearse en "seguridad y corrupción" y de ahí, nadamas no se bajaron, ya sea para criticar al de alado o bien para hace una apología de sí mismo o sus partidos. Por alusiones personales ninguno abordó frontalmente las interrogantes planteadas por sus adversarios y, en todo caso, al más puro estilo del político mexicano, sus respuestas mas buscaron denostar que contestar.
Sin embargo, puesto en la balanza, la participación de los principales candidatos, como lo son: Madrazo, del PRI; Vázquez Mota, del PAN, Juan Zepeda, del PRD y; Delfina Gómez, de Morena, buscaron ser cuidadosas de su imagen e incisivos en sus interrogaciones a los panelistas, con todo y que algunos optaron por sacrificar tiempos y espacios del modelo de debate para otros propósitos que resultaron más ocurrentes que atinados.
Vale la pena decir "vaya espacio al que los medios y el propio órgano electoral federal han relegado los debates políticos contemporáneos". Y es que si en un Estado como el de México, los candidatos oficiales se pronuncian públicamente sobre sus idearios con miras a la elección a gobernador, lo menos sería que –lo que queda de...-, la televisión abierta y la radio informativa, les dieran cobertura en vivo, digamos, como mera función social... pero eso, ciertamente, hace tiempo que ya no se les da.