Vaya semana tan compleja que nos deja información muy interesante para analizar, en particular sobre dos de los mejores jugadores que ha tenido este deporte: Tom Brady y Aaron Rodgers, quienes van a la baja esta temporada perdiendo sus últimos partidos contra equipos que ni siquiera figuraban en la apuesta.
En ambos casos la lógica es apuntar las edades como principal causa de la baja de juego, pero también se sabe que ambos tienen temas aparte que pudieran ser causal de estas malas rachas. Bien es sabido que Brady tiene problemas en casa, con eso debe bastar para desconcentrarte a cualquier edad y, sobre todo, en esa posición, por si fuera poco, ya no cuenta con el elenco estelar de receptores de los dos años anteriores teniendo que lidiar con nuevas caras y lo peor es su línea ofensiva, está haciendo agua y lo están golpeando mucho. A este ritmo no se sorprendería que termine su carrera lesionado; lo que es un hecho, es que no solo ha bajado de juego técnicamente, se le ve enojado, se percibe que anímicamente anda como de malas, sabemos que es un tipo resiliente, a ver si puede superar esta prueba, sea cual sea la causa.
De Rodgers ya se sabía que tiene varias inconformidades desde el año pasado, de hecho, es un milagro que siga en los Packers cuando declaró que no estaba de acuerdo con muchas políticas de su directiva, además, le vendieron varios jugadores clave y no parece acomodarse con los nuevos, mientras que también sufre de una línea que no lo está protegiendo como debería. Ajeno a eso, y al igual que Brady, se le ha podido ver con franco desgano en varios momentos de los últimos partidos.
Y bueno, aún hay tiempo para saber si este par de campeones podrán regresar a sus niveles y competir para entrar al playoff, en caso contrario, tal vez deban considerar el retiro terminando esta temporada, sus magníficas carreras ameritan dignidad en ese aspecto. Hay que recordar que juntos suman 7 trofeos MVP y 8 anillos de campeonato.
Por mientras, la División Sur de la NFC tiene a todos sus equipos con récord perdedor, ajeno a Filadelfia y su división, los trabucos los veo del otro lado, en la AFC están Kansas, Bills, Cincinnati y Ravens, entre otros, mostrando mejor nivel de juego.
Es de notarse que los Cowboys, que le dieron permiso a Dak Prescott de regresar e hizo un buen papel llevándose una victoria que los tiene a un juego de liderazgo de la división y mantiene viva la flama de la esperanza de esa gran afición.
Y ahí van los Jets con récord de 5-2 “pian pianito” sorprendiendo a propios y extraños.
Por su parte, los Bengalíes por fin dieron un juego al nivel de subcampeones que son, aunque tampoco hay mucha presunción al ganarle Atlanta.
Delfines volvió a la senda del triunfo con el regreso de su mariscal titular, Tua Tagovailoa, lo cual les permite seguir al acecho de los Bills que son los líderes de la División Este de la AFC.
Hay veces que no se entienden los cambios de jugadores, y algunos movimientos, por raro que parezcan, dan buen resultado, así pasó con Matthew Stafford, quien se decía que debería estar a punto de retirarse cuando lo contrataron los Rams y los hizo campeones, esto vale comentarlo porque esta temporada hubo gran crítica al coach Pete Carroll cuando dejó ir a Russell Wilson a Denver y, ahora, viendo los resultados, resulta que Seattle está en primer lugar de su división, mientras que los Broncos no dan una, quedándose en el sótano de la Este de la AFC. Solo ellos saben por qué hace esas transacciones.
Creo que seguiremos viendo estas jornadas locas, pero entretenidas y, probablemente viendo el ocaso de grandes jugadores, así como el nacimiento de nuevas estrellas como Josh Allen, Patrick Mahomes y Joe Burrow, entre otros.
De lo que no quiero ni pensar es el resultado de mis quinielas.
Y de ahí… a lo que sigue.
Twitter: @herbertodlarosa
