Política

La pelea por nuestros derechos

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

El cambio no llega solo y aunque la movilidad sea ya un derecho constitucional, necesitamos exigir que se cumpla; los derechos no se mendigan, se exigen.

Hay que empujar a la terca realidad para que se transforme al tiempo de evitar la vuelta atrás que encabezan alcaldes recién llegados al poder.

En Xalapa, el nuevo alcalde Ricardo Ahued, afirmó que “revisará” la ciclovía confinada, de 11 kilómetros de extensión, que su antecesor Hipólito Rodríguez construyó sobre la avenida Ruiz Cortines apenas en 2021. Ahued dice que quizá sea “más seguro” hacerla pegada al camellón, contra lo que recomiendan todos los manuales técnicos. Tocará a las y los ciudadanos de Xalapa salir a defender esa obra.

En Puebla, vecinos que se oponen a la ciclovía en Circunvalación retiraron el confinamiento y piden que se construya junto al camellón, no a sus casas. El nuevo alcalde, Eduardo Rivera, comenzó su gobierno quitando los bolardos que protegían a los peatones en la zona centro de la ciudad. Ahora es el gobernador Miguel Barbosa quien evalúa demoler la ciclovía elevada de la avenida Hermanos Serdán, por fortuna grupos de ciclistas demandan que no la quiten hasta que no hagan una a nivel de calle.

En San Pedro Garza García, un grupo de vecinos encabeza la resistencia frente a Vía Libre, el proyecto que junto con la alcaldía de Santa Catarina impulsa el alcalde Miguel Treviño para mejorar la movilidad al sur-poniente de esa zona metropolitana.

En Torreón, Román Cepeda, quien tomó posesión al comenzar el año, quiere poner a consulta la ciclovía que durante la pasada gestión se construyó en la calzada Colón, en pleno centro de la ciudad y que desde un inicio tuvo oposición de empresarios y cámaras pero que ha significado un cambio positivo para la ciudad.

En Toluca, los familiares que acuden al hospital del niño persisten en ocupar la nueva ciclovía en el paseo Colón como estacionamiento, con el argumento de que requieren dejar a sus pacientes en la entrada, lo que es inobjetable, como no lo es que en lugar de buscar un lugar cercano para aparcar, quieran hacerlo frente a la puerta durante horas.

Esas oposiciones y resistencias al cambio no son raras, más bien todo lo contrario.

Ámsterdam, por ejemplo, no ha sido siempre una ciudad para las bicicletas. Les tomó años y mucha decisión lograrlo. La realidad, insisto, no se transforma con buenos deseos.

En 1972, en el barrio De Pijp, al sur de Ámsterdam, un grupo de niños y niñas encabezaron una lucha por su derecho a jugar y a tener calles seguras. El auge automovilístico había llenado de automóviles la ciudad y los atropellamientos de niños eran frecuentes.

No fue fácil, apoyados por sus familias recabaron firmas, hicieron manifestaciones, cerraron calles y resistieron los embates de los indignados propietarios de automóviles (bit.ly/PijpResiste).

En todo México hay un fuerte activismo ciclista que protesta y exige cuentas, pero aún no logra los cambios suficientes para transformar sus ciudades y aunque se han conseguido nuevas leyes, esto nunca será suficiente. Hacen falta acciones, no solo activismo de redes sociales.

Héctor Zamarrón 

[email protected]


@hzamarron

Google news logo
Síguenos en
Héctor Zamarrón
  • Héctor Zamarrón
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.