A contracorriente del resto de las encuestas publicadas, la última de GEA-ISA registra una aprobación de AMLO de solo 54% y una desaprobación de 40%. Exactamente las mismas cifras de septiembre. Ser la única encuesta discordante (el promedio de Oraculus es de 65% de aprobación) no la hace menos confiable. Durante el pasado proceso electoral, GEA-ISA pronosticó que Morena obtendría 38% de la votación; era la estimación más baja de todas las publicadas; el promedio de todas las encuestas era de 42%. Su votación fue de 35%, siete puntos menos que el promedio y solo tres por debajo de GEA. En general, considerando las estimaciones para todos los partidos que compitieron, la medición de GEA fue la más exacta de todas.
Por tanto, bien puede ser que el respaldo social del presidente no sea el que publicaron otros diarios y apenas rebase el 50%. No hay manera de comprobarlo, como sí lo hay en el caso de las estimaciones de preferencias electorales, una vez que se conocen los resultados de los comicios. Así pues, con base en los datos de la serie histórica de encuestas de GEA-ISA, la popularidad presidencial no es excepcional. Comparado con la aprobación promedio de los tres primeros años de los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña, Fox tuvo 55%, Calderón 58% y Peña Nieto 44%, mientras que AMLO llegó a 55%. Lo que sí es excepcional, y debe reconocerse, es que con resultados tan malos de gobierno tenga incluso 54%.
A quienes aprueban su gestión les preguntamos cuáles eran las razones que los llevaban a darle su respaldo. Las respuestas son reveladoras: 33% dijo que era por que tiene buenas intenciones mientras que solo 18% lo hizo por ver buenos resultados; 12% porque se identifica con él y el mismo porcentaje porque aun tiene esperanza de que en el futuro sí cambiarán las cosas en el país. Dato interesante es que únicamente 18% afirmó aprobarlo debido a los apoyos monetarios que recibe de los programas sociales.
Al 40% que reprueba a AMLO también le preguntamos las causas de su rechazo. Dos respuestas están empatadas como las más compartidas: 30% dijo que no se siente representado por el presidente y 29% opinó que por sus malos resultados. Le sigue con 19% quienes afirman que AMLO es un líder autoritario y por eso lo desaprueban.
Otra sorpresa de la encuesta es el respaldo otorgado al INE después de los ataques y descalificaciones por parte del presidente, así como por el maltrato de los legisladores morenistas a Lorenzo Córdova durante su comparecencia. La aprobación a la tarea realizada por los consejeros del INE creció de 48 a 72%, es decir 24 puntos, respecto a la medición de septiembre pasado. Lo mismo ocurrió con la precepción de que el INE si actuó imparcialmente en los comicios de junio pasado pues en septiembre 46% de los ciudadanos así lo decían, mientras que ahora lo piensa 69%. Pensando en la elección presidencial de 2024, 71% de los electores creen que el INE sí actuará imparcialmente contra 48% que lo pensaba en septiembre pasado.
Realmente son buenas noticias que haya crecido la legitimidad social del organizador y árbitro de las elecciones. Quienes se sumaron a la aprobación son mayoritariamente los ciudadanos que votaron por la coalición opositora y ciudadanos apartidistas, aunque también muchos morenistas. Al parecer, los injustificados ataques de AMLO han provocado el apoyo masivo de los ciudadanos al INE.
Guillermo Valdés Castellanos