Escucho a mi vecina decirlo y a mis amigos jurarlo. Cuando creen que tienen una idea brillante o un gran invento que revolucionará al mundo, aseguran que van a patentarlo, pero eso nunca sucede. Solo queda en una frase para adornar su orgullo y ego por la ocurrencia.
Craso error, el activo más valioso del ser humano son sus ideas, su pensamiento llevado a la realidad, ahí tienen las grandes marcas cuyo valor pesa más por su slogan, logotipo y nombre que por la maquinaria, infraestructura o el mercado que tienen. Innegable para Coca-Cola, Bimbo o McDonald´s, también para los franquiciatarios, aquellos que han vendido su marca e idea a un sinfín de pequeños empresarios que observan un buen lugar para montar un Shuitto, Tortas Hipocampo o, cualquiera de las que administra Alsea: Burger King, Starbucks o Domino´s Pizza.
Puede llegar a sorprenderle cuántos visionarios han llevado esas grandes ideas a registrarlas y aumentar su valor como propiedad industrial.
Hace unos días platiqué con el director general del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, (IMPI), Miguel Ángel Margáin, quien además de conocedor y apasionado de su trabajo, me dijo: todo está ahí en los registros del instituto, quieres saber cuántas marcas o patentes tiene Carlos Slim o buscar, una de las más solicitadas, la patente del primer invento mexicano reconocido a escala internacional, lo encuentras, es la televisión a color de Guillermo González Camarena.
Esas son curiosidades que mucha gente tiene, pero la realidad es que el IMPI es la base de muchos de los negocios, es la institución en donde un producto se registra y protege para ser explotado solo por su autor.
Los primeros registros formales y ordenados del IMPI datan de 1993, año que tiene contabilizadas más de 8 mil patentes, de éstas casi 5 mil pertenecen a estadunidenses, y 553 a mexicanos; Alemania es la segunda nación con más patentes registradas en ese periodo, con 633.
El más reciente dato corresponde al cierre de 2016, cuando se registraron 17 mil 413 patentes, de ellas 8 mil 262 son de EU, y mil 310 de México. Y Alemania, 24 años después, sigue ocupando el segundo lugar con mil 153.
Por ciudades, la que más presenta solicitudes para la protección de sus patentes es Ciudad de México, que el año pasado contabilizó 804, le sigue Jalisco con 483, y Guanajuato con 366.
Entre los mayores titulares de patentes que se tienen registro está la estadunidense Procter & Gamble, con 107, y Kimberly-Clark con 100 solo en 2016. Respecto a las mexicanas, sobresalen el Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados del IPN, con 36, y la Universidad Nacional Autónoma de México, con 30.
Y por lo que a marcas se refiere, los datos también son muy peculiares y reflejan, lo mismo que las patentes, la falta de cultura y visión para registrar y proteger la propiedad intelectual. En el mismo periodo se recibieron 138 mil 745 solicitudes de marca, de las cuales 96 mil 692 pertenecen a México y 15 mil 107 a Estados Unidos. Después siguen autores germanos con 3 mil 878.
Y los datos y los nombres pueden seguir infinitamente; sin embargo, creo que con los anteriores nos podemos dar cuenta que el valor de la propiedad industrial es más de lo que nos podemos imaginar, y los grandes lo saben. Seamos grandes.
@lupitaromero