En la Ibero Luis Eduardo también interpretó tres canciones (que no estaban en el script).
Allí me dijo que estaba muy contento y agradecido con la amistad y que le gustaría invitarme a colaborar en algún proyecto.
Luego me pidió varios palíndromos con su apellido que aparecen en AnimalLhada (Siruela).
El que preside la lista es, precisamente, Aute prepara cara perpetua.
En la casa de Aute el cantautor me mostró su centro de trabajo y, asimismo, un despliegue iconográfico donde aparece con grandes celebridades: Hillary y Bill Clinton, Fidel Castro, Robert de Niro y una larga fila de etcéteras. Cuando lo entrevisté en la radio me dijo que él creía en las (in)disciplinas artísticas.
En un gesto de generosidad extrema, de munificencia insólita, Aute me regaló el ejemplar de No hay quinto aniMaLo (Siruela) donde lleva a cabo sus enmiendas o recreaciones autorales.
Donde, por ejemplo, podemos leer las dos versiones del poema Postumidad:
"No hay otra.../para ser inmortal,/ hay que morirse/ un poco antes". Y la enmienda con su puño y letra:
"No hay otra.../para ser inmortal,/ hay que morirse/ bastante antes". Cuando releo esto se me encoge el corazón, porque Aute estaba absolutamente consciente de la inmediatez quemante de su finitud.
Luego lo volví a invitar a la Universidad donde, perdón por el lugar común, tuvo un éxito rotundo. Sala llena, preguntas, inquietudes, dudas, conversación con los estudiantes.