El día primero de julio del presente año México presenció su tercera alternancia, siendo esta la primera de izquierda. Uno de los factores por el cual López Obrador salió avante de la contienda electoral y logró cristalizar su meta de ser el siguiente mandatario federal fue gracias al voto joven, de acuerdo a cifras presentadas por la encuestadora Parametría los jóvenes de 26 a 35 años fueron los que más votaron por el candidato emergido de las filas de MORENA, con un 63% frente a otros grupos de edad, datos que sin duda alguna demuestran que la juventud mexicana dejó claro que quería un proyecto distinto al que se venía teniendo en los últimos años.
Hoy los retos en el país son innumerables, hablando del sector joven, quieren un cambio en la forma en que sus políticos hacen las cosas, son un sector más informado que las generaciones pasadas; la corrupción y el boato político le son deleznables, vieron como la cleptocracia tomó su auge en la últimos años, desean una clase política cercana a la ciudadanía y que cumpla cabalmente con los compromisos establecidos en campaña, de lo contrario podrían castigar a MORENA, así como lo hicieron con el PRI en las pasadas elecciones. Otro problema por el cual los jóvenes votaron por la izquierda es por el terrible problema de inseguridad que azota a gran parte del territorio nacional, delitos como el feminicidio han aumentado en estados de la República donde antes no se registraban como es el caso de Jalisco en el que el 34.1% de los feminicidios se presentaron en jóvenes con edades de entre 18 y 25 años según datos del Sistema Nacional de Información en Salud (SINAIS) del año 2017. Aunado a lo anterior se espera que también haya un crecimiento económico importante que permita tener mejores empleos, es cierto que durante el actual sexenio hubo un aumento, pero la mayoría de ellos con salarios raquíticos y que son insuficientes para hacerle frente a las necesidades de la actualidad, el poder adquisitivo ha venido disminuyendo, por ende el aumento a los salarios es un tema toral que se tiene que abordar lo más pronto posible.
La voz de la juventud debe y tiene que ser escuchada por las nuevas autoridades, las dádivas, las prebendas políticas y los programas asistencialistas abonan poco a su desarrollo. El jueves 13 de septiembre el actual presidente electo anunció el que será el programa sustancial de la futura administración en apoyo a la juventud, este programa tiene por nombre “Jóvenes Construyendo el Futuro” el cual busca dar apoyo aquellos jóvenes que no estudian ni trabajan a través de becas y centros de capacitación de trabajo.
Indudablemente el gobierno entrante deberá entrar con el ahínco suficiente para poder seguir contando con el respaldo de la juventud mexicana que desea que la llamada “cuarta transformación” represente para ellos también una transformación en su calidad de vida y no quede en pantomimas teatrales de la clase gobernante, en donde la palabra tenga valor mediante hechos, pues como bien decía Gilbert Chesterton, escritor y periodista inglés : “Aquellas ideas que no se convierten en palabras son malas ideas y aquellas palabras que no se convierten en acciones son malas palabras.”